Reconoce tu miseria, acércate a Mí
265. Reconoce tu miseria, acércate a Mí
23 de Abril de 2013 (7:00 a.m.) Después de comulgar
Hijo amado, conserva la paz en tu corazón, no dejes que la tristeza te separe de Mí, ten en cuenta que mi Corazón sobreabunda en Misericordia; por eso, no temas en acercarte a Mí y reconocer tu miseria; mi perdón te dará fuerzas para que camines en línea recta hacia un encuentro conmigo.
Entrégame las dolencias del cuerpo y del alma, como médico divino te sanaré.
Haz silencio durante el día; quiero hablarte, embriagarte de amor con mis palabras, cubrirte con mis besos y mis abrazos.
No pierdas el rumbo de tu vida: alcanzar la santidad y la virtud a toda costa. Ayúdame a cargar con el peso de mi cruz, sé mi cirineo; los pecados de los hombres me tienen en un estado lamentable; repara y consuela mi agonizante Corazón, seca mis lágrimas, sana mis heridas con el bálsamo de la reparación.
{Veo a Jesús coronado de espinas, lleva sobre sus hombros la cruz, camina muy despacio como si se fuera a caer; escucho un lamento que me dice:}
Los hombres no quieren cargar con la cruz de cada día; buscan una vida fácil, cómoda, no han comprendido que el sufrimiento trae un tesoro escondido de gracia; no han entendido que la cruz es como una escalinata de oro que se adentra en el Cielo. Tú préstame tu hombro y carga con mi cruz; quiero que hagas algunas crucifixiones de amor, que mengüen el sufrimiento de mi agonizante Corazón.
FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.