Evangelio De Hoy Miércoles 03 Abril 2024 l Padre Carlos Yepes l Biblia l San Lucas 24, 13-35 l Católica



LA LECTURA DE HOY: Aquel mismo día, el primero de la semana, dos de los discípulos de Jesús iban caminando a una aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén unos sesenta estadios; iban conversando entre ellos de todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. Él les dijo: ¿Qué conversación es esa que traen mientras van de camino? Ellos se detuvieron con aire entristecido. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabes lo que ha pasado allí estos días?. Él les dijo: ¿Qué? Ellos le contestaron: Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro, y no habiendo encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles, que dicen que está vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a Él no lo vieron. Entonces él les dijo: ¡Qué necios y torpes son para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria? Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. Jesús se revela a tu vida: 1). Jesús camina a nuestro lado y no nos damos cuenta. 2). Digámosle a Jesús: “Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída”. 3). Pasemos de la liturgia de la Palabra, a la liturgia Eucarística, para que nuestros ojos se abran y reconozcan a Jesús resucitado. Propósito: Señor, permíteme reconocerte en todo momento, así como lo hicieron los discípulos camino a Emaús