ILUMINA LAS SOMBRAS DE MI NOCHE


Ilumina las sombras de mi noche,
dame, Señor, la luz de tu semblante,
en las frías tinieblas no me dejes,
ni en el dolor oscuro de mi carne.

Solo mirar tus ojos abrasados
de lumbre y de divina llamarada,
se encienden mis pupilas en la tuyas
y Tu luego, Señor, quema mi alma.

Con el fulgor de lunas y de soles,
con el brillar de estrellas y luceros,
como un canto de voces transparentes,
quiero alabarte, Dios del universo.

Desde que nace el día hasta el ocaso,
de tu luz y tu amor quiero llenarme,
volar por las alturas de tu cielo
y en tu cielo de luz, Señor, quedarme.

Fuente: Juan Cuesta