Soy mendigo del amor y tengo sed de almas

78 . Soy mendigo del amor y tengo sed de almas

13 de Marzo de 2014. México

Hijo, te estaba esperando; este era el día y la hora señalada por Mí, este era el día y la hora de tu regreso, de tu vuelta a casa; este era el día y la hora en que quería abrazarte, en que quería estrecharte a mi pecho santo, por eso, descansa en Mí.

Entrégame tus preocupaciones, tus enfermedades, tus problemas, tus miedos; quiero ayudarte, quiero mostrarte un camino espléndido, lleno de luz; quiero hacerte sentir que no estás solo, quiero llenar tu corazón solo con mi amor y con mi Misericordia. Por eso, aumenta tu fe en Mí, cree que puedo hacer una obra grande en tu vida, solo te pido disposición y apertura de espíritu para hacer maravillas en tu vida.

[Aquí estoy Señor, experimentando tu Amor y tu Misericordia; embriagándome de amor con tus palabras; aquí estoy Señor, experimentando tus besos y tus abrazos; suplicándote tu perdón, porque muchas veces te he ofendido y te he lastimado. Muchas veces he depositado mi confianza en las criaturas, he buscado consuelo en los hombres cuando Tú eres el único que puedes llenar los vacíos de mi corazón, cuando Tú eres el único que puedes rebosar mi corazón de tu Paz. Por eso, te pido perdón Señor, porque muchas veces mendigué amor, muchas veces Señor, me equivoqué.]

Lo importante es que hoy te quieres refugiar en mi Corazón; lo importante es que hoy has comprendido que tu vida sin Mí es mero caos, oscuridad, tinieblas; lo importante es que hoy sientes sed de Dios; lo importante es que hoy me dejarás entrar en lo profundo de tu corazón para Yo tomarlo como mi trono, como mi morada.

No te aflijas más, no pienses más en tu pasado; sé que por tus debilidades cometiste muchos errores, estabas ciego y no veías mi Luz, estabas sordo y no escuchabas mis palabras. El mundo te separó de Mí, creías haber encontrado la felicidad en las cosas del mundo, en los placeres efímeros, en las alegrías momentáneas. Y qué encontraste? Desilusión, desengaños. ¿Qué encontraste? Vacíos. Pero hoy he salido a tu paso, hoy he llegado a ti para hacer de ti mi gran obra, obra finamente tallada y pulida porque te amo.

[Jesús, cómo no amarte, cómo no rendirte toda la gloria y la honra si eres mi Amo y Señor. Verdaderamente tu Corazón es un océano infinito de Misericordia.

Como hijo pródigo llego a Ti cansado, agobiado, cargado de problemas.

Como hijo pródigo llego a Ti, Señor, para que purifiques mi corazón, para que quites de mí viejos harapos.

Como hijo pródigo llego a ti a experimentar tu Amor y tu Misericordia.]

Todo te lo he perdonado, morí en una cruz por amor a ti y por amor a toda la humanidad; me hice reo del amor, pagué con mi vida la deuda que un día contrajiste por el pecado. Permití que descargaran sobre mi cuerpo Santísimo latigazo sobre latigazo, permití que colocaran sobre mi cabeza una corona de espinas, permití que me vistieran de loco, y por cetro, entregaran en mis manos una caña. Y hoy, me presento ante ti como loco de amor por todos los hombres; soy mendigo del amor y tengo sed de almas.

Hoy, postra a los pies de mi santa cruz el hombre viejo que quizás no haya muerto dentro de ti.

Hoy, postra a los pies de mi santa cruz todo lo que tú eres. 

Hoy, postra a los pies de mi santa cruz tus pecados, tus enfermedades, tus temores. Recuerda que el amor echa afuera el temor.

[Hay tanta miseria dentro de mi, Señor; hay tanta maldad e iniquidad, que temo mirarte a tus ojos; me avergüenzo, Señor, pero me postro frente a Ti para que me perdones, para que hagas de mi criatura nueva. Tú sabes que te necesito, que eres la única razón de mi existir; sin Ti me muero, sin Ti soy nada, Señor.]

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2014 de la Comunidad de Siervos Reparadores.