Señor, necesito abandonarme en Tí

Hoy siento la necesidad de expresar, que el sentimiento que tengo de acercamiento hacia Dios, me ayuda a seguir adelante en la rutina de mi vida, pero si no estoy despierto, las sombras aparecen en mis pensamientos y recurro a los abatimientos depresivos humanos que tanto daño hacen. Esto aparece cuando las cosas no salen como uno quisiera, y es que olvido, pese a saberlo plenamente, que Dios está a mi lado y no me abandona, al igual no olvida a esos pájaros que revolotean enfrente de mi ventana, pues en todo tiempo tienen donde guarecerse, tienen que comer, y todo por providencia divina; como éstos, todo ser viviente, inferior al hombre, por lo que ¿acaso va a dejar de lado a éste - a mí - alguien al que ha hecho partícipe del Reino de los Cielos, como verdadero heredero hijo adoptivo ?, pues aún así, paso por momentos que lo llego a dudar – pobre de mí – que no acierto a vencer esa lucha humana del sentimiento de pertenencia divina; y es que soy débil, muy débil y necesito estar continuamente inmerso en su Luz para no recaer.
Dios Santo ayúdame, una vez más; hazme sentirme en tu presencia para que me reconforte y eleve hacia Ti, mi Salvador y confíe en que cuando pase por esos malos momentos, considere que son solo una parte de mi vida, pues hay muchas cosas, de las cuales soy afortunado; existe mucha necesidad en el mundo. Solo tengo que mirar a mi alrededor y observar cuanta falta de amor, cuantos deseos de felicidad pasajera que se busca continuamente para cubrir ese vacío interior que existe, cuanto olvido hacia el hermano más desprotegido, y todo porque no se cuenta Contigo. Cuantas y cuantas situaciones que haces que perciba para darme a entender que sin Ti nada funciona y debemos acudir a Tu socorro para enderezar nuestro rumbo. Quizás me estés indicando que aporte mi humilde granito de arena para cooperar como testigo de Tu Reino y no me preocupe de más, todo llegará en su momento oportuno.
Señor ayúdame a abandonarme en Tu Espíritu Santo, para así dejar que Él obre por mí y sienta de todo corazón que Tú estás en mí y yo en Ti.

En los Dos Corazones