LA ORACION ES UN DON DEL ESPIRITU.


Siempre antes de orar, invoca al espíritu Santo,
pues es El el que nos ayudará a tener un verdadero
encuentro con nuestro Dios. "Es el mismo Espíritu
el que intercede por nosotros con gemidos inexpresables"
así lo dice la Biblia (Rm. 8,16). El Espíritu Ora en
nosotros y por nosotros. Entonces aunque estemos cansados
y áridos, y no tengamos ganas de orar, podemos quedarnos
ante el Santísimo Sacramento, en silencio solo en su
presencia, conocedores por la fe que el espíritu ora
en nosotros en la forma justa.

Por nuestra parte debemos perseverar larga e intensamente
en la oración, lentamente experimentaremos la presencia
del espíritu que ora en nosotros.

Aunque no sintamos nada, sigamos orando, y veremos como
poco a poco esta oración irá transformandonos.

Tomado del Libro Al Alba te buscaré del P. Carlo M.Martini)

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