Reflexión para Semana Santa 2011 del Padre Tony




La Semana Santa es un derramamiento de la Gracia del Amor de Dios por nosotros. Como Jesús lo enseña en la Primera Carta del Apóstol San Juan, Capítulo 3, versículos 1-2:



"Miren qué amor tan singular nos ha tenido el Padre: que no sólo nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos. Por eso, el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a Él. Amados, a pesar de que ya somos hijos de Dios, no se ha manifestado todavía lo que seremos; pero sabemos que cuando Él aparezca en Su Gloria, seremos semejantes a Él, porque Lo veremos tal como Es."



Los Mensajes de la VVeD confirman esta enseñanza de Jesús en el Mensaje del 25 de marzo de 1991:



"Señor, esta semana es la Semana Santa para los Católicos romanos, y la semana que viene es la Semana Santa para los Ortodoxos. Siento que no está bien tener fechas distintas y hacer diferencias entre nosotros respecto a Ti hasta el punto de que uno puede oír expresiones como: su Jesús no es nuestro Jesús.


Yo los amo a todos igual, pero muchos de ustedes parecen no entenderlo.



Yo, el Sagrado Corazón, estoy decidido a mostrarles que te he escogido a ti, una extranjera para ellos, para compartir las riquezas de Mi Sagrado Corazón, y compartir Mis delicias y Mis penas. Sí, he venido para enseñar también a los forasteros las Riquezas de Mi Sagrado Corazón.



La Escritura dice: Dios no tiene favoritos, sino que cualquiera, de cualquier nacionalidad, que teme a Dios y hace lo que es justo, es aceptable para Él. (Hechos 10, 34-35).


Yo te prometo: no dejaré a Mi Iglesia dividida por largo tiempo. Yo Mismo vendré sobre Ella, con plena fuerza, y la reconstruiré. Ten confianza en Mí, Mi bienamada. No soportaré más a esta generación incrédula."

Después, Jesús nos da una hermosa oración que podemos rezar durante esta Semana Santa de 2011:



"Reza ahora al Padre, conmigo, hija Mía. Repite después de Mí esta oración:

Padre,
bendito sea Tu Nombre.
Ya que Tu Amado Hijo Jesucristo
vino al mundo,
no para condenarlo
sino para salvarlo,
ten Misericordia de nosotros.
Mira las Santas Llagas de Tu Hijo
que están tan abiertas ahora y
recuerda el precio que Él ha pagado por nosotros
para redimirnos a todos.
Recuerda Sus Sagradas Heridas
y los dos Corazones,
que Tú Mismo has unido en Amor
y que sufren juntos,
el de la Inmaculada Concepción
y el de Tu Hijo Bienamado.
Oh Padre,
recuerda Su Promesa ahora
y mándanos al Abogado
con plena fuerza,
el Espíritu Santo de Verdad,
para recordar al mundo la Verdad
y la docilidad de Tu Hijo,
la humildad, obediencia, y gran Amor.
Padre,
ha llegado la hora,
en que el reino de la división clama
por la Paz y la Unidad.
Ha llegado la hora
en que el Cuerpo herido de Tu Hijo
clama por la Rectitud,
ésa que el mundo
aún no ha conocido;
pero a través del Inmaculado Corazón
de María,
y del Sagrado Corazón de Jesús,
danos,
Padre Amado,
esa Paz en nuestros corazones
y cumple las Escrituras
haciendo que se cumpla
la oración de Tu Hijo Bienamado a Ti:
"que todos seamos uno,
uno en la Divina Trinidad Santa,
y así, Te adoremos y alabemos
todos, alrededor de un único Tabernáculo".
Amén."






El 3 de marzo de 1989, el Señor le dio a Vassula unos Mensajes para ser leídos durante la Semana Santa de 1989. Estos Mensajes también deben ser leídos y meditados durante esta Semana Santa.

"3 de marzo de 1989

Mensajes para Biarritz en Francia: Estos mensajes me fueron dados ahora, para ser leídos allí, durante la Semana Santa.

La Paz sea con todos ustedes.

Yo soy el Señor, amados Míos, vengo a ustedes a través de Mi sierva y hablaré a través de ella. Ah, Mis bienamados, doy Mi Paz a esta casa. Vengan, vengan y escúchenme ahora. Yo soy su Dios y su Creador, que sopló Vida en ustedes. Yo los he santificado con Amor. Yo soy la Fuente del Amor Sublime y los he creado, por Amor, para que Me amen Mí su Dios. ¡Almas! Ustedes Me pertenecen, son Mi semilla.

Deseo que comprendan plenamente Mis Palabras. Crean en Mis Obras Santas, crean en Mi Amor Infinito y en Mi Misericordia Superabundante. Crean en Mí. Yo desciendo, por Mi Misericordia para revivirlos, y para levantarlos de este Letargo que hoy cubre sus ojos como un velo. Yo soy Jesús y Jesús significa Salvador.

¿Cómo podría Yo verlos alejándose hacia mayores profundidades de oscuridad, y no correr a rescatarlos? Yo, quien soy el Señor, el Santo de los Santos, y que estoy rodeado de innumerables ángeles de cada orden postrados ante Mí, adorándome sin cesar. Yo dejé Mi Gloria y Mi Trono Celestial para descender a ustedes y salvarlos del fuego eterno. Yo dejé el Cielo, Mi Reino, para venir a su Desierto y su Desolación, en esta tierra. Sí, dejé Mi Trono, rodeado de querubines, para venir y nacer en la pobreza para liberarlos.

Yo, el Soberano, a Quien los Cielos alaban desde toda la Eternidad, acepté ser humillado por los hombres, ofreciendo Mi Espalda a la flagelación. Les permití coronarme con una corona de espinas. Les permití burlarse de Mí y escupir Mi Santo Rostro. Les he permitido crucificarme. Todo esto por Amor a ustedes. ¡Oh hijos del Crucificado! ¿Cómo pueden olvidar todo lo que Yo he hecho por ustedes? La Sabiduría descendió para ser tomado por la fuerza y por la ley. Yo fui despreciado y rechazado por los hombres para padecer sus sufrimientos. Yo fui clavado al Madero para liberarlos. Yo les permití traspasarme y los liberé. Yo acepté una muerte muy dolorosa para que su alma pueda vivir y pueda compartir Mi Reino. Yo dejé correr Mi Sangre en Ríos para que ustedes puedan obtener la Vida Eterna. Por ustedes, Me permití ser tomado como un pecador.

Hoy, Mis Llagas se han abierto de nuevo a causa de la iniquidad de esta generación. Yo los he estado llamando, durante horas innumerables, a la conversión: ¡Regresen a Mí! ¡Yo los amo con un Amor eterno! Vengan, y hagan la Paz Conmigo. Yo no los castigaré. Yo los liberaré. Ya no los llamaré Ateos, sino que serán llamados Los Míos. No son huérfanos, pues ya tienen un Padre en el Cielo, un Padre muy Tierno. Todo lo que pido de ustedes es un reconocimiento. Regresen a Mí y Yo los desposaré Conmigo para siempre. Yo los coronaré con Integridad, con Lealtad, con Pureza y con una gran Ternura, les enseñaré a serme fieles, capturando su amor, el cual Yo colocaré en Mi Corazón, para embellecerlo. Como un Esposo, Yo los adornaré con Mi Amor y Mi Paz.

Amados Míos, no Me teman. ¡Oh, vengan! Vengan a Mí. Caigan en los Brazos del Amor. Yo no los reprenderé. Yo estoy aquí para olvidar y para perdonar. ¡No estén tan dispuestos a caer en las trampas de Satanás! Abran sus ojos y miren; abran sus oídos y escuchen Mi Clamor desde lo alto. Abran su corazón y comprendan que soy Yo, Jesús, Quien los llama. Yo he creado su alma para que viva eternamente. ¿Meditarán sobre esto?

Yo soy Santo. Dichosas aquellas almas revestidas de santidad, porque las Puertas del Cielo no les resistirán, pero, ay de las almas que no se han limpiado a sí mismas, sino que están llenas de manchas. Éstas no podrán entrar en Mi Reino. Conviértanse y sigan Mi Camino, escuchando Mi Llamado Misericordioso.

Mediten sobre Mi Mensaje, vivan Mi Mensaje. Yo, el Señor Jesucristo, los amo a todos ustedes. Con todo Mi Corazón, los amo.

Yo los bendigo a cada uno de ustedes.




Vassula siempre dice que los Mensajes de la VVeD no son fatídicos ni pesimistas. Dios nos dice, en la Verdadera Vida en Dios, que Él va a "renovar, reconstruir, unir a Su Creación y a Su Iglesia". Dios no espera que nosotros seamos perfectos. Siempre nos dice que hagamos nuestro mejor esfuerzo y Él hará el resto.



Padre Tony

Fuente: http://www.tlig.org/sp.html