La Verdadera Vida en Dios

A continuación se encuentra la plática impartida por Vassula, en el Retiro en Rodas, que concluyó el 25 de septiembre.

Oración de Sanación
 
Señor, mírame con ojos de misericordia,
que Tu Espíritu sanador se pose sobre mí.
Fue por tu poder por lo que fui creado,
puesto que me creaste de la nada.
Lléname del poder sanador de Tu Espíritu.
Que tu poder dador de vida fluya en cada célula de mi cuerpo
y en lo más profundo de mi alma.
 
Repara lo que esté roto.
 
Expulsa todo lo que no deba estar en mi interior.
Reconstruye mi ser quebrantado; repara mis fuerzas
para poder servir en Tu Reino.
Toca mi mente con Tu Sabiduría
para que mi boca proclame siempre Tu alabanza.
Enséñame a conducir a otros hacia ti, a pesar de mi pobreza,
y ayúdame a llevar a los demás hacia ti con mi ejemplo.
Corazón amantísimo de Jesús,
dame salud en mi cuerpo y en mi espíritu
para que pueda servirte con todas mis fuerzas.
Amén.

NUESTRA LIBRE VOLUNTAD DEBE UTILIZARSE PARA COSAS BUENAS

Parte de lo que significa el ser humano es que Dios nos ha dado nuestra libertad. Libre albedrío para elegir lo que es, en definitiva,bueno o lo que no es bueno. Podemos emplear correctamente este don o emplearlo mal. Dios nos otorga este don de libre albedrío para que podamos amar a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra mente y con todo nuestro ser. Ésta es laauténtica y correcta utilización del don de libre albedrío que Dios nos ha dado: Amar a Dios y amar a nuestro prójimo. Pero esta noble imagen de Dios en nosotros puede perderse por nuestros pecados y los alicientes de este mundo, empleando nuestro libre albedrío equivocadamente. Porque Él ha dicho en un mensaje: “Os he creado para que toméis vuestras propias decisiones” (7.12.89)

“El mundo tendrá aún que cosechar lo que ha sembrado ¡A menos que el mundo se arrepienta,no puedo perdonar su culpa! ” (25.05.93)

Si no fuéramos libres, seríamos como robots, como esclavos, y no seríamos lo que Dios quiere que seamos: ‘los hijos adoptivos de Dios’. Ser hijos adoptivos de Dios es acercarse más a Él por la gracia; esto no quiere decir que nuestra libertad disminuya, sino que nuestra libertad aumenta porque,amando lo que Dios ama, podemos hacer mucho más. Tendríamos en nosotros el deseo de hacer grandes cosas, cosas nobles, cosas santas, porque estamos creados para tener la capacidad de amar.

Dios nos ha creado a Su Imagen y semejanza, a semejanza de lo que Él representa, que es el Amor y la Bondad. Pero son pocos los que van en esta dirección, porque, generalmente, la excesiva importancia que damos al materialismo, al bienestar económico, a las obligaciones mundanas, a la gloria del mundo y a las pasiones pecaminosas, crea en nosotros indiferencia hacia los demás, un egoísmo que nos aleja de los brazos de Dios. La sociedad de hoy no acepta la veracidad del mundo espiritual. Toman todas esas cosas como conceptos medievales. El mundo de hoy cree solamente en lo que puede ver con sus propios ojos.

El Sagrado Corazón dijo:

“¿Puede un hombre poner sus esperanzas en las riquezas del mundo, que cautivan a tantos corazones y no os ponen en contacto con Dios, y no obstante sentirse feliz, cuando sabe que eso no dura para siempre y no le dará la vida eterna ni la gloria? No, nadie puede ser feliz cuando su alma está únicamente cautivada por las riquezas del mundo; el resultado será amargo como la hiel; pero dichoso el hombre que se vuelve hacia Mí; Yo puedo hacerle rico a través de su pobreza; puedo enriquecerlo por medio todas las Riquezas que contiene Mi Corazón.” (3.04.2001)

Descendemos, como Él dijo en uno de Sus Mensajes, de la nobleza, de la soberanía y de la Majestad. Dios imprimió Su Imagen en nosotros desde nuestro nacimiento y nadie pude quitárnosla. En un mensaje, dijo:

“ Te he creado para ser inmortal y santa; te he creado para que gobiernes Conmigo, incluso estando aún en la tierra; yo puedo deificar tu imagen si recibes el tesoro de la Senda de las Virtudes; benditoel que reciba este tesoro y lo utilice.” (3.04.2001)

Por la gracia, estamos todos destinados a caminar en la gloria de Dios y compartir Su Reino; este es nuestro destino, caminar por la Senda de las Virtudes. Esto es lo que dijo Jesús el 3 de abril de 2001:

“Esta Senda de las Virtudes está trazada por Mi Padre; es una Senda cubierta de zafiros, una maravillosa entrada al Cielo; para poder entrar en el Cielo y en Mis Atrios Celestiales, donde puedes entrar y salir entre Mis Ángeles y Mis Santos, puesto que contarás como uno de ellos,tu corazón debe ser hallado sin falta respecto a Mi Divina Voluntad. Esta Senda está trazada al alcance de todos y depende de ti entrar en esta Senda que conduce a la Vida; si te decides por Mí y entras en la Senda de las Virtudes, se iluminará inmediatamente tu rostro, y al final de esa Senda, Yo estaré esperándote para coronarte con capullos de rosas que nunca se marchitan, mientras tú alabas Mi Santo Nombre tres veces santo.”

Mientras estamos aún aquí, en la tierra, podemos tomar alternativas y escoger estar unidos a Dios o separarnos de Él. Dios no cesa nunca de darnos oportunidades de aprender a hacer el bien y crecer en Su gracia, y ser espiritualmente productivos de muchas maneras por el poder del Espíritu Santo. Pero cuando nuestro tiempo llegue a su término y seamos llamados por Dios, ¿estaremos entonces preparados a presentarnos ante Dios? Con la muerte, todas las opciones de cambiar desaparecen. Todas las opciones se han terminado. ¿Acaso no nos ha dicho Jesucristo en los mensajes: “Vive como si fuera tu último día aquí, en la tierra”? (2.03.93) De modo que todo lo que hacemos en esta vida tiene un significado eterno.

Nuestro destino eterno, para el cual hemos sido creados, no es negociable. Dios nos ofrece Su Reino y Su Gloria, pero el demonio quiere que vayamos al infierno y para siempre, ¡para toda la eternidad! El infierno es real y yo lo he visto, he visto cómo sufren los condenados. El Cielo es real y yolo he vislumbrado, es tan real como la eternidad. De modo que tenemos que entender que nos jugamos mucho. No estamos destinados al infierno sino a estar en la presencia de Dios, en el Cielo, en el Paraíso, para toda la eternidad.

“¿Qué es la Vida Eterna? La Vida Eterna es conocernos a Nosotros en nuestra Gloria Trina y Una; por lo tanto, si estás indeciso, sin saber lo que quiero decir, te ofrezco Mi Mano y,una vez que la hayas tomado, te ofreceré la Vida en Nosotros, mediante la Gracia.” ( Febrero – Abril de2003)

“No me conmueve la elocuencia de palabras ni Me afecta su expresión, pero Me deleita un corazón contrito.” ( Febrero – Abril de2003)

Sé por propia experiencia y por las Escrituras, y por el conocimiento que el Espíritu Santo nos está dando a entender, que hay algo más allá de esta corta vida en la tierra. Muchos de nosotros sentimos en nuestras entrañas que la vida no se acaba sin más aquí, en la tierra, sino que allá afuera, hay para nosotros una inmensidad que nos supera, para la cual fuimos creados.

De modo que, ¿qué clase de simientes estamos sembrando aquí en la tierra? ¿Qué clase de cosecha vamos a recoger al final? Vamos a recoger lo que hayamos sembrado. Hay distintas simientes, simientes de virtud y simientes de corrupción y pecado.

Pecados mortales: Soberbia
Las virtudes contra las que pecan: Humildad
En qué consiste: Vernos a nosotros mismos tal como somos y no compararnos a los demás, es humildad. La soberbia y la vanidad son competitivas. Si la soberbia de otro te molesta es que tú mismo tienes mucha soberbia.

Pecados mortales: Avaricia
Las virtudes contra las que pecan: Generosidad
En qué consiste: No concierne sólo al dinero. La generosidad consiste en dejar que los demás reciban el reconocimiento o la alabanza. Es dar sin esperar nada del otro. La avaricia pretende reivindicar lo que le “corresponde”, o incluso más.

Pecados mortales: Envidia
Las virtudes contra las que pecan: Amor
En qué consiste: "El amor es paciente, el amor es amable…” El amor busca activamente el bien de los demás en atención a ellos. La envidia se resiente del bien que reciben los demás o incluso que pudieran recibir. La envidia, a veces, no se distingueapenas del orgullo.

Pecados mortales: Ira
Las virtudes contra las que pecan: Amabilidad
En qué consiste: La amabilidad consiste en adoptar una actitud cariñosa, con paciencia y compasión. La ira es a menudo nuestra primera reacción a los problemas de los demás. La impaciencia hacia las faltas de los demás está relacionada con esto.

Pecados mortales: Lujuria
Las virtudes contra las que pecan: Dominio de sí
En qué consiste: El dominio de sí impide que el placer mate al alma, sofocándola. La lujuria es el impulso autodestructivo hacia el placer de un modo desproporcionado a su valía. El sexo, el poder o la imagen pueden ser utilizados para bien, pero tienden a escaparse fuera de control.

Pecados mortales: Gula
Las virtudes contra las que pecan: Templanza
En qué consiste: La templanza acepta los límites naturales de los placeres y preserva ese equilibrio natural. Esto no se refiere sólo a la comida, sino también al esparcimiento y otros bienes legítimos, e incluso a la compañía de otras personas.

Pecados mortales: Pereza
Las virtudes contra las que pecan: Diligencia
En qué consiste: La diligencia es la respuesta enérgica del corazón a los mandamientos de Dios. Los otros pecados obran juntos para embotar los sentidos espirituales, de modo que primero nos volvemos lentos para responder a Dios y luego nos dejamos arrastrar totalmente al sopor de la complacencia.

“Os digo solemnemente que aquel que siembra semillas de auto-indulgencia, recogerá una cosecha de corrupción y cuando esté en Mi presencia el Día del Juicio, le diré: ‘¡Vete! ¡Aléjate de Mí! ¡Vete con el Corrupto que te ha corrompido!’ A menos que Yo oiga un grito de arrepentimiento.” (24.10.91)

EL 19.08.96, San Miguel Arcángel dio este mensaje: “¿Sabes lo que significa el “temor del Señor”? Significa aborrecer todo lo que está mal y se opone a Dios; Dios es bueno, manso, amable, misericordioso, es el amor y la Verdad.” San Miguel nos recuerda que estemos libres de malicia. Los niños no tienen malicia… Sin embargo, si hacemos mal uso de nuestra libertad, redundará a expensas nuestras. Dios nos ha dado a todos la capacidad de saber lo que está bien y lo que está mal y no podemos decir que no somos conscientes de ello. También somos conscientes de que tenemos la capacidad de hacer cosas buenas de acuerdo con la mente de Dios.

Pero si uno decide separarse de Dios y rebelarse contra Él, entonces uno se arriesga a caer bajo la influencia de los espíritus malignos, de lo que hayapor ahí más temible y poderoso. No podemos entonces echar en cara a Dios que nos expone al mal. Él no desea que seamos arrastrados a las oscuras regiones del mal y que estemos bajo la influencia de esas fuerzas, no. Él nos quiere libres de todo eso, pero también respeta nuestra libertad, y nunca violará nuestra libertad, como dijo una vez.

Por lo tanto, todo depende de cómo queremos usar nuestra libertad. ¿Queremos abrir nuestro corazón y nuestra mente a la influencia del mal, apartándonos de la bondad de Dios y, en una especie de actitud perversa, dejarnos atraer hacia el mal y los actos diabólicos? ¿O queremos seguir la Senda de las Virtudes, como Él dijo una vez en los mensajes?

EL COMBATE ESPIRITUAL

En este momento está teniendo lugar un auténtico Combate espiritual en el que participamos todos.Cada uno debe entender que en este combate están en juego elementos importantes para cada hombre y cada mujer. Cada uno está envuelto en este Combate espiritual, que no es un combate de carne y sangre, sino de espíritu. Nuestro combate es contra los poderes espirituales, los seres espirituales que nos influyen y nos tientan a hacer el mal. Infestan nuestra mente para que cometamos lo equivocado.

Hemos aprendido que esas fuerzas malignas quieren la destrucción tanto de nuestro cuerpo como, más importante aún, de nuestra alma. Les encantaría vernos pasar la eternidad en el infierno con ellos, y sufrir como sufren ellos. Hacen todo lo que pueden para dañar la creación de Dios. Las guerras, los crímenes, el odio de unas naciones a otras, todas estas cosas son, en cierto modo, manipulaciones del demonio.

Los demonios están furiosos con Dios y envidiosos del amor que Dios nos tiene. Arden de rabia contra todo lo que Dios ama. Se enfurecen de desesperación cuando se dan cuenta de que van a perder al final pero, mientras tanto, continúan bramando de rabia y hacen todo lo posible para destruir todo lo que Dios ama y valora.

Por tanto, lo que realmente importa en esta vida es que lleguemos al Cielo. Este es nuestro destino, esta es nuestra meta, esto es lo que Dios quiere. Nos ha creado para la gloria, para vivir con Él. Podría habernos hecho como máquinas, como robots, pero nos ha creado libres para que podamos elegir amar.

El sentido de nuestras vidas es amar a Dios, ser como Dios y estar con Él para siempre. Dios es de una belleza más allá de toda imaginación humana. ¿Cómo sabemos esto? Considerad la belleza que Dios crea, la belleza de la naturaleza también, con todos sus diferentes colores, ¿no significa esto para vosotros que Dios se deleita en lo que crea? Advertimos también que tampoco esconde Su satisfacciónacerca de lo que crea, sino que incluso se dice a Sí Mismo: “Esto es bueno”. Sobre todo se deleita en darnos todas esas cosas bellas que crea para que las disfrutemos, y compartir con nosotros la magnificencia de Su creación.

- Por la mañana siembra tu semilla de amor.
- A mediodía siembra tu semilla de paz.
- Por la tarde siembra tu semilla de reconciliación.
Luego ve a recoger tu cosecha y ofrécemela a Mí, tu Padre del Cielo,
y Yo te diré:
“Por tu benevolencia, hijo Mío, has obtenido tu recompensa en el Cielo”
Desde lo alto os llamo a todos:
“¡Venid! Venid a hacer las paces Conmigo, vuestro Dios, y
recibiréis Mis Bendiciones.
Volved a mí y viviréis para siempre.” (18.06.94)