Habrás triunfado
puedas emocionarte ante nuevos retos,
sepas compartir una sonrisa,
actúes por convicción,
seas honesto contigo mismo,
no distingas el trato al poderoso del necesitado,
te enfrentes por igual a los aciertos y a los errores,
puedas encumbrarte socialmente sin perder tu humildad y
descender a la base de la pirámide social sin deterioro para tu dignidad,
sepas por igual perdonar y disculparte,
disfrutes más con el esfuerzo que con la efímera victoria,
tus acciones sean tan breves en su ejecución
como dilatadas en sus resultados,
dones tu palabra a quien la requiera,
cuando obsequies con tu silencio a quien así lo demande y
regales tu ausencia a quien no te aprecia,
tu amor no conozca el eclipse del egoismo,
aceptes tus limitaciones,
no pierdas la calma,
disfrutes de lo sencillo,
tus sentimientos y tus pensamientos bailen en armonía,
sigas teniendo algo por lo que comprometerte,
una esperanza,
una psicohistoria cuyo guión se ha cumplido,
busques un guiño dentro de tí,
en los otros,
en el Universo,
en el CREADOR.
Fuente: ¿Qué se le puede pedir a la vida? de Javier Urra.