¿Alguien escucha al Papa todavía?


El 12 de marzo, Vassula respondió a las siguientes preguntas en relación al Papado y el Cónclave que tuvo lugar en días pasados. Por cuestiones de traducción, se envía hasta ahora.

 ¿Es el Papado una cosa del pasado…?

 No, nunca será algo del pasado porque la Silla de Pedro siempre estará ocupada. La Iglesia necesita un pastor, quien es el Vicario de Cristo en la tierra. Jesús escogió a Pedro y desde entonces el papado ha existido y la Silla de Pedro siempre estará allí.

 ¿Alguien escucha al Papa todavía?

 El Papa tiene autoridad y poder, y muchos lo escuchan. Él es amado por muchos. Sin embargo, en los Mensajes que recibo, el Señor revela que, cerca de él, también hay quienes lo contradicen y se rebelan en su contra, conducidos por fuerzas oscuras. Cuando yo vivía en Roma, me reuní en la casa del Cardenal Tarcisio Bertone, entonces Arzobispo y secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe Nos reunimos para aclarar algunas cosas acerca de mi misión. Cuando le dije que Jesús habla acerca de una rebelión oculta en el Vaticano, él coincidió en que esto era cierto.

 ¿Qué han hecho los Papas recientes para construir y reconstruir puentes con otras denominaciones y religiones (el ecumenismo)?

 Esta es una pregunta muy espinosa. Primero, creo que ha habido un gran progreso en cuanto al ecumenismo, desde el Concilio Vaticano II, y se han dado pasos importantes para acercar a las Iglesias, especialmente por el Papa Juan Pablo II. Él dijo una vez: “los elementos que nos unen son mucho más grandes que aquellos que nos dividen”. Él, realmente, trabajó duro. Su trabajo acercó a las Iglesias, pero no lo suficiente para lograr la unidad que Cristo está pidiendo en Sus Mensajes de la VVeD. Él era carismático y será para el beneficio de la Iglesia, si el siguiente Papa fuera también un Papa carismático.

 Lo que Cristo estaba pidiendo era unificar las fechas de la Pascua. Esto no ha sido hecho. La otra cosa que Jesús pidió fue que no nos diferenciáramos unos de otros y celebráramos la Misa alrededor de un Solo Altar. Esto está más lejos de ser aceptado. La Iglesia necesita ser consolidada, me dijo el Señor. Al estar dividida, se ha debilitado. La búsqueda de la Unidad debería impregnar la vida entera de la Iglesia y la Unidad debe lograrse. Pero la Iglesia no ha llegado a superar los obstáculos negativos que la separan, los cuales, de acuerdo a las Escrituras, van contra el cumplimiento de la unidad de la fe, amor y adoración entre nosotros. No, Cristo está muy decepcionado.

 En cuanto al acercamiento a otras religiones, esto también progresó durante el tiempo del Papa Juan Pablo II. Él fue amado por los líderes de otras religiones. Yo no puedo decir lo mismo respecto al Papa Benedicto XVI.

 ¿Qué clase de Papa se necesita para que continúe esa tendencia ecuménica? ¿Ayudaría un Papa no italiano, o incluso no europeo?

 Las nacionalidades no importan, en este caso. Si se consulta al Espíritu Santo, Él escogerá al que Él desea, sin importar la nacionalidad. El Espíritu Santo, como he dicho, si es consultado, escogerá al hombre correcto de Su Elección para ocupar la Silla de Pedro. La Voluntad del Espíritu Santo es la Misma que la Voluntad de Jesús. Por lo tanto, si el voto se hace adecuadamente, la Iglesia logrará tener una sola fecha para la Pascua. Jesús ha prometido, en los Mensajes, que si ellos dan este paso, entonces Él, a Su vez, enviará a Su Espíritu Santo para conducir a la Iglesia a una Unidad completa. La Unidad, dice el Señor, traerá la paz no sólo en la Iglesia, sino al mundo entero. Pero, mientras la Unidad no sea aceptada, el mundo continuará sus guerras, su maldad y rebelión. Las catástrofes naturales continuarán aumentando, eso es lo que ha dicho el Señor.

 ¿Cómo se relaciona lo que está sucediendo con el Papado, con las profecías y los tiempos en que estamos viviendo?

 Ha sido dicho, en los Mensajes que yo recibo de Cristo, que mientras la Iglesia no escuche los gemidos del Espíritu Santo que quiere que la Iglesia se reconcilie y se una, la Iglesia pasará por una purificación con fuego, con grandes tribulaciones, y que todo lo que ha sido cubierto será descubierto por Dios. El nuevo Papa tiene que tener suficiente fuerza para limpiar los asuntos de los escándalos, escándalos que fueron ignorados, y trabajar con humildad, presentando así una Iglesia con un rostro transparente. Solo la Verdad dará la libertad a la Iglesia. La Iglesia no debe ser como una industria, sino que debe permanecer santa y siendo la Casa de Dios. Así que, a menos que la Iglesia se vuelva humilde y haga más espacio para ser guiada por el Espíritu Santo, será incapaz de tener paz y sufrirá pruebas aún más grandes.

 No debemos olvidar que es la gente de la Iglesia la que se ha dividido a sí misma y que esto es contra la Ley de Amor de Dios. El Señor estaba advirtiendo a la Iglesia en los Mensajes, para que bajara su voz, para escuchar la Voz del Señor, que bajara su cabeza, para que viera la Cabeza de Cristo, y que se bajara a sí misma, completamente, para que Él la pueda levantar. Pero ellos no quieren escuchar. No quieren creer que Dios les está advirtiendo. Combatirán los Mensajes de Dios, como Jesús lo dijo una vez, hasta la locura. Sin embargo, a pesar de estas tribulaciones, el Señor ayudará a la Iglesia, porque Él dijo que nada jamás destruirá Su Cuerpo Místico, el cual es la Iglesia. Tantas veces Él terminó Sus Mensajes diciendo: “Ecclesia revivirá”.

 ORACIÓN POR LA UNIDAD

 Vassula escribió lo siguiente en relación al Papa Francisco: 

“Yo lo conocí en Argentina. Es un hombre muy gentil, sencillo, honesto y humilde. Verán cuán grandes cosas saldrán de sus manos. No me sorprendería, incluso, que él unifique las fechas de Pascua.”

 Recordemos que Jesús nos pide, incontables veces, en Sus Mensajes, que unifiquemos las fechas de Pascua de la Iglesia Católica y Ortodoxa.

 Hagamos una pausa y oremos esta oración del Padre Sergio Bulkalov:

 Oh Jesucristo, nuestro Señor y Salvador,
 Tú nos has prometido habitar siempre con nosotros.
 Tú has llamado a todos los Cristianos
 a acercarse y compartir Tu Cuerpo y Tu Sangre.
 Pero nuestro pecado nos ha dividido
 y no está en nuestro poder compartir juntos
 Tu Santa Eucaristía.

 Nosotros confesamos éste, nuestro pecado,
 y Te imploramos que nos perdones y nos ayudes
 a tomar los caminos de la reconciliación,
 según Tu Voluntad.
 Inflama nuestros corazones
 con el fuego del Espíritu Santo,
 concédenos el Espíritu de Sabiduría y de Fe,
 de audacia y de paciencia,
 de humildad y de firmeza,
 del amor y del arrepentimiento,
 a través de las oraciones
 de la Santísima Madre de Dios
 y las de todos los santos.

 Amén.

 (Mensaje del 29 de diciembre de 1989)

Fuente: http://www.tlig.net/sp.html