EL PADRE ME AMA


...Ahora Jesús puede lanzarse sobre los caminos y montañas, para proclamar y aclamar una noticia de última hora, una novedad -descubierta- y vivida por Él mismo en los silenciosos años de su juventud: Dios-es-Padre. Si Dios es Todopoderoso, es también Todocariñoso. Si con sus manos sostiene el mundo, con esas mismas manos me acoge y me protege.

De noche queda velando mi sueño y de día me acompaña adondequiera que yo vaya. Cuando la gente se queja diciendo -estoy solo en el mundo-, el Padre responde -Yo estoy contigo, no tengas miedo- (Is 41,10). Cuando los humanos se lamentan diciendo -nadie me quiere-, el Padre responde -Yo te amo mucho- (Is 43,4). Está más cerca de mí que mi propia sombra. Me cuida mejor que la madre más solícita. No hay dónde perderse porque dondequiera que yo vaya Él va conmigo.

Además, es un amor gratuito. El hecho de que me quiera no depende de que yo lo merezca o desmerezca, de que yo sea justo o pecador. El Padre me ama gratuitamente. Él me comprende porque sabe muy bien de qué barro estoy formado, y me perdona mucho más fácilmente que yo a mí mismo. No tiene razones para amarme.-Hago gracia de quien hago gracia, tengo misericordia de quien tengo misericordia- (Ex 33,19). Me ama porque me ama: simplemente es mi Padre. ¿Acaso una madre busca porqués para amar a su niño?.

La gente se queja diciendo -soy un marginado en el mundo; Dios ni sabe que existo-. El Señor responde con una pregunta: ¿Puede acaso una mujer olvidarse del hijo de sus entrañas que duerme en la cuna?. Pues aunque sucediera ese imposible, yo nunca me olvidaré de tí (Is 49,15).

Desde los días eternos me llevó en su corazón como quien acaricia un sueño dorado. Llegado el momento exacto de mi existencia biológica, mi Padre Dios se instaló en el seno de mi madre (Salmo 138) y, con dedos delicados y sabiduría, fue tejiéndose cariñosamente comenzando por las células más primitivas hasta la complejidad de mi cerebro. ¡Soy una maravilla de sus dedos! (Sal 138).

No soy, pues, una obra producida en serie por una fábrica. Soy una obra de artesanía elaborada portentosamente. fui concebido en la eternidad por el Amor y fui dado a luz en el tiempo por el Amor. Desde siempre y para siempre yo soy gratuitamente amado por mi Padre. -Bendito sea Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de las misericordias y Dios de toda consolación- (2 Cor 1,3).

Fuente: libro: Muéstrame tu Rostro.