Los hombres me crucifican de nuevo
465 . Los hombres me crucifican de nuevo
31 de Diciembre de 2013 (3:32 p.m.)
[Veo a Jesús crucificado, su Cuerpo terriblemente azotado; escucho cómo respira con dificultad, tiene su cabeza inclinada, su cabello lo tiene impregnado de su Sangre preciosa. Entonces levanta su Sagrada Cabeza y escucho cuando dice:]
En este estado tan lamentable me tienen los hombres; mira los azotes que han descargado sobre mi Cuerpo santísimo, y hoy me han crucificado de nuevo.
Agustín, no omitas las palabras que hablo a tu corazón; el mundo entero debe volver su mirada hacia Mí, el mundo entero debe reparar por sus pecados.
Los hombres me crucifican de nuevo cuando no viven mi Evangelio, mi palabra, cuando se separan de Mí por caminar tras los halagos del mundo.
Los hombres me crucifican de nuevo cuando albergan en sus corazones rencor, odio hacia sus hermanos.
Los hombres me crucifican de nuevo cuando son egoístas, avaros y no comparten sus bienes con los pobres, con los necesitados.
Los hombres me crucifican de nuevo cuando no se alimentan de los sacramentos, fuentes de gracia y de Misericordia.
Los hombres me crucifican de nuevo cuando se destruyen los unos con los otros. El hombre se ha hecho lobo para el mismo hombre.
Los hombres me crucifican de nuevo cuando se hacen cómplices del aborto, flagelo letal de este siglo.
Los hombres me crucifican de nuevo cuando se dejan seducir por Satanás y se hacen esclavos del placer, de la ambición, del materialismo.
[Señor, ¿y qué he de hacer para consolar tu agonizante Corazón? Dímelo.]
Aplica ungüento sanador en mis heridas.
[¿Cómo, de qué manera, agobiado Jesús mío?]
La reparación es un medio eficaz que me da alivio a mi sufrimiento; la reparación es un gesto de Misericordia para este tiempo.
Ya ves la importancia y la necesidad de difundir por naciones enteras el apostolado de reparación; ya vas comprendiendo un poco de la misión a la que te he llamado; por eso, préstame tus manos, sé lápiz desgastado; préstame tu voz para hablar por medio de ti; préstame tu corazón para hablarte en lo profundo de tu ser, y manifiéstale al mundo entero mi Misericordia Divina.
Este diario espiritual llévalo contigo. Yo mismo me encargaré de hacerlo llegar a las almas humildes, sencillas y buenas.
Este diario espiritual es otro regalo más que te entrego a ti y a cada uno de los siervos reparadores.
[Amado Jesús mío, deja en mi corazón una huella de tu paz; deja en mi corazón una palabra que me aliente a caminar solo tras de Ti.]
¿Acaso te parece poco mis lecciones de amor y mis enseñanzas contenidas en este libro?
[Perdón, Señor, perdóname; aún no he comprendido tu Misterio de Amor; aún me falta mucho crecimiento espiritual. ]
Bien lo has dicho; muy poco me has dado en relación con todo lo que te he dado. Haz el propósito, para el año venidero, de hacer vida, en tu vida, mis enseñanzas, mis lecciones.
[Gracias, Señor; dame la fuerza para reparar por mis pecados, que verdaderamente consuele tu agonizante
Corazón, porque sé que te he herido y te he lastimado; no he sabido corresponderte a tus excesivas muestras de amor, de cariño y de Misericordia para conmigo.]
FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.