Termina el año haciendo un profundo examen de conciencia
462 . Termina el año haciendo un profundo examen de conciencia
31 de Diciembre de 2013 (6:18 a.m.)
En este día te pido que te guardes en lo profundo de mi Sagrado Corazón, y hagas un examen de conciencia de lo que ha sido tu vida durante este año que termina; un examen minucioso que te lleve a reconocer tus errores y tus pecados; un examen minucioso que te lleve a descubrir el origen de tus debilidades. No te mezcles con el ruido estrepitoso de este día; evita caer en el materialismo, en la diversión, que son causas para la ruina espiritual de muchos de mis hijos.
Este día, último día del año, celébralo en oración, recogimiento; en este día, último día del año, búscame en el Sagrario y me dejaré encontrar por ti; te haré sentir mis palpitaciones de amor por ti, te haré sentir que no estás solo.
En este día, último día del año, haz el propósito de no pecar más, de no herir mi agonizante Corazón; pídeme perdón por todo el tiempo que estuviste separado de Mí, pídeme perdón por todos los años de tu vida que caminaste en tinieblas y en oscuridad, pídeme perdón por todas las veces que te consumiste en tus bajas pasiones, pídeme perdón por haber tardado en responder a mi llamada.
En este día, último día del año, te pido que perdones de corazón; no guardes más rencor, justifica a todos aquellos que te han ofendido y lastimado; considera, más bien, que estas pobres almas fueron movidas, inducidas por el demonio para hacerte daño; perdónalas, libéralas de toda culpa.
En este día, último día del año, te pido que repares por todas aquellas almas que se preparan para asistir a fiestas paganas, para buscar el placer desmesurado y se olvidan de Mí; ni siquiera se toman el tiempo para agradecerme todas las bendiciones que han recibido de mi parte; el triunfo alcanzado se lo atribuyen a sí mismos, y ni siquiera piensan que todo proviene de Mí.
En este día, último día del año, cierra este capítulo en tu vida con una buena confesión; búscame en el tribunal de mi Misericordia y te absolveré de tus culpas, búscame en el tribunal de Misericordia que quitaré de tus tobillos cadenas oxidadas que te esclavizaban, búscame en el tribunal de mi Misericordia y blanquearé tu corazón con los ríos de agua viva.
En este día, último día del año, prométeme que te esforzarás por alcanzar la virtud y la santidad; no te inmiscuirás en las cosas del mundo, serás apóstol de mi Sagrado Corazón y repararás los ultrajes e indiferencias que recibo de muchísimos de mis hijos.
En este día, último día del año, agradéceme por mis gestos de amor para contigo; reconoce que he extendido sobre ti y tu familia el manto de mi Misericordia Divina. Todo lo que alcanzaste y lograste en este año Yo te lo he permitido; hasta tus pruebas, tus enfermedades. No pienses que ya no te amo, no creas que me he apartado de ti, necesitas limpiar tu alma; por eso, la cruz es un mecanismo que suelo emplear para atraer hacia Mí infinidad de almas; la cruz es galardón de oro que te adentrará en una de las moradas de mi Reino.
En este día, último día del año, firma en mi presencia Eucarística un pacto de amor; pon a mi Madre y a mi padre adoptivo, San José, y a todos los santos por testigos; serás heraldo de mi Evangelio, serás hijo de la luz, serás apóstol de mi Sagrado Corazón y comunicarás al mundo entero la palabra, los tesoros escondidos que contiene mi Divino Corazón.
FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.