Bendita sea Tu presencia
"En Tí se alimentan mis raices.
Me envuelves con tus brazos.
Estás conmigo.
Con la palma de tu derecha cubres mi cabeza.
Con la luz de Tu mirada penetras mis aguas.
Soy un niño que tiene frío y me calientas con tu aliento.
Sabes perféctamente cuándo termina mi descanso y dónde comienza mi caminar.
Mis senderos y andanzas son más familiares para Tí que para mí.
Casi no lo puedo creer, pero es verdad: adondequiera que yo vaya, estás conmigo.
Si yo fuese un águila invencible y escalara el firmamento para escaparme de Tu aliento, si yo fuese un delfín de aguas profundas y en un desdenso vertical me sumergiera hasta los abismos para evadirme de Tu presencia, es imposible, no hay en el mundo madre tan presente a su niño como Tú a mí. Estás conmigo.
Si la aurora me prestara sus alas de luz, y fuese yo volando hasta la esquina del mundo, es inútil, también allí Me tomarás con cariño con tu derecha. Estás conmigo.
Si yo dijera: La noche será mi refugio. Cúbreme, oh noche, con tu manto negro para desorientar a ese perseguidor.
Prestadme, oh tinieblas vuestras alas negras para ocultarme a Esta mirada, es imposible, no lo puedo evitar. Tu presencia es fulgor que taladra y transfigura las sombras. Estás conmigo.
Bendita sea Tu presencia."
Salmo 138
Me envuelves con tus brazos.
Estás conmigo.
Con la palma de tu derecha cubres mi cabeza.
Con la luz de Tu mirada penetras mis aguas.
Soy un niño que tiene frío y me calientas con tu aliento.
Sabes perféctamente cuándo termina mi descanso y dónde comienza mi caminar.
Mis senderos y andanzas son más familiares para Tí que para mí.
Casi no lo puedo creer, pero es verdad: adondequiera que yo vaya, estás conmigo.
Si yo fuese un águila invencible y escalara el firmamento para escaparme de Tu aliento, si yo fuese un delfín de aguas profundas y en un desdenso vertical me sumergiera hasta los abismos para evadirme de Tu presencia, es imposible, no hay en el mundo madre tan presente a su niño como Tú a mí. Estás conmigo.
Si la aurora me prestara sus alas de luz, y fuese yo volando hasta la esquina del mundo, es inútil, también allí Me tomarás con cariño con tu derecha. Estás conmigo.
Si yo dijera: La noche será mi refugio. Cúbreme, oh noche, con tu manto negro para desorientar a ese perseguidor.
Prestadme, oh tinieblas vuestras alas negras para ocultarme a Esta mirada, es imposible, no lo puedo evitar. Tu presencia es fulgor que taladra y transfigura las sombras. Estás conmigo.
Bendita sea Tu presencia."
Salmo 138