En el Sagrario, lugar de tu desahogo , encontrarás la paz

15 . En el Sagrario, lugar de tu desahogo , encontrarás la paz

28 de Enero de 2014 

[Sentía en mi corazón turbación, no tenía paz, experimentaba miedo; miedo a la persecución, al fracaso; miedo a que todo lo construido se derrumbase como se derrumba un castillo construido de arena. De rodillas, frente a Jesús Eucaristía.
Señor, Tú sabes que soy débil, mira las tentaciones que me acechan, siento al demonio muy cercano a mí, quiere ponerme zancadillas para que caiga. Por momentos, la imaginación vuela y sé que algunos de mis pensamientos te ofenden; sé que algunas veces me falta creer más en tus promesas, por eso de rodillas, te pido perdón y te suplico que me revistas de fuerza para batallar contra el adversario, para destruirle y hacer en todo tu Divina Voluntad.
Tú sabes Señor que te quiero servir, ya no quiero volver al mundo; verdaderamente quiero ser alma reparadora, reparar por mis pecados, los pecados del mundo entero y difundir todo este legado de amor que has depositado en mi corazón.
Se me dificulta escribir mis sentimientos, mis estados de ánimo; me aterra el saber que muchas personas conozcan mi experiencia de amor Contigo, porque quizás algunos pensarán que deliro, que estoy loco, pero lo que sí quiero dejar por escrito es que estoy loco de amor por Ti, me has seducido, amantísimo Jesús mío, por eso en este día quiero hacerte un voto: consagrarme a Ti por entero, pensar solo en Ti, moverme siempre de acuerdo a tu santo querer; no tomaré ninguna decisión impulsado por mí mismo, toda decisión la oraré, la postraré a los pies de tu santa cruz y de tu Corazón Eucarístico, y sé que Tú me hablarás, me mostrarás el camino a seguir.
Señor, necesitaba este momento; momento para desahogarme Contigo; te presento todas las dificultades que he tenido durante estos días, unidas a mis sufrimientos morales, espirituales y físicos. Sé medicina y remedio eficaz para todos mis males; Tú sabes que mi intención no es ofenderte ni herir tu Corazón, mi intención es servirte por el resto de mi vida, pero aún hay apegos que tratan de separarme de Ti, cuando Tú eres el único aliciente por el cual vivo, cuando Tú eres mi Dios y mi todo.
Te pido que extiendas sobre mi tu mano, sálvame, refúgiame en tu Sagrado Corazón porque temo hacerte sufrir, padecer.]

Hijo, no estás solo, Yo estoy contigo, Yo te protegeré, Yo quitaré de tu camino obstáculos, tropiezos que impidan que tú llegues a Mí; Yo seré tu escudo, tu estandarte. Tú, tan solo cumple con la misión a la que te he llamado: divulgar mis mensajes, dar a conocer al mundo entero esta espiritualidad que hará muchísimo bien a la Iglesia; pero has de saber que la cruz no te faltará; la cruz es necesaria para humillarte, para que seas más pequeño, humilde; para que la vanagloria jamás entre dentro de ti, porque el día que te enorgullezcas de todas las gracias y dones extraordinarios que te he concedido, ese día me alejaré de ti, me apartaré de ti; porque no soporto a los soberbios, a los jactanciosos.
Hiciste bien en sacar de tu corazón todas las situaciones que te oprimían; entrégame tus preocupaciones, ora, haz sacrificios de amor, pero confía en Mí; no dejes anidar en tu corazón la duda; Satanás quiere arrastrarte, quiere destruirte; Satanás quiere aniquilarte para que mi obra desaparezca.
Por eso, mantente vigilante, despierto; ora a tiempo y a destiempo, pasa largas horas en mi dulce mansión de amor. El Sagrario será el lugar de tu desahogo, en el Sagrario encontrarás paz, alivio a tus sufrimientos; no te dejaré ir sin haberte consolado, sin haberte hecho experimentar mi Amor y mi Ternura.
No vaciles más, en este Diario Espiritual debes consignar nuestros encuentros de amor, nuestros coloquios de amor, así el mundo te llame fanático, te señale, te excluya y denigre de ti. Solo quiero mostrarle a la humanidad que aún vivo, que he resucitado, que me manifiesto a los sencillos, a las almas que tienen corazón de niño.
Agustín, tampoco temas escribir tu nombre, te saqué del mundo como objeto inservible, como chatarra vieja. ¿ Y qué estoy haciendo contigo, que eres miseria y eres nada? Mi obra de arte, obra de arte finamente tallada, pulida.
Este Diario Espiritual es un legado que quiero entregar a todos los hombres sin importar país, lengua, creencia; seduciré a muchos de mis hijos, les ablandaré la dureza de sus corazones, los haré sentir dolor, arrepentimiento por sus pecados; muchas ovejas extraviadas y perdidas regresarán a mi redil, redil en el que Yo soy su Pastor, único Pastor.
Has de saber que todo lo escrito en este libro debe ser eterna memoria para todos los siervos reparadores, porque, de la misma forma como te hablo a ti, le hablaré, por medio de este libro, al corazón de muchos de mis hijos; por eso no te detengas, continúa la marcha, haz el trabajo que tienes que hacer y, de esta manera, me ayudarás en la salvación de muchas almas.

[Jesús, dame paz al corazón; aleja de mi pensamientos inútiles que me separan de Ti; por momentos, creo desfallecer; por momentos, pienso que no seré capaz de corresponderte. Ayúdame, algunas circunstancias me afligen.]

Vuelvo y te digo, confía en Mí; cierra tu corazón a las insidias del demonio; ora, sé más frecuente con nuestros encuentros de amor en mi tabernáculo; mantén tus oídos abiertos a mi voz, mantente dispuesto a escribir mis lecciones de amor dadas a ti y a todas las almas reparadoras.

[Confiaré más en Ti, trataré de vivir en un santo abandono donde las criaturas no me distancien de Ti; quiero que mi corazón permanezca siempre unido a tu Divino Corazón. Tú sabes, Señor, que sin Ti no vivo; me moriría de tedio, tristeza, melancolía.]

Haz lo que tienes que hacer: ser mi mensajero en la tierra, llevar al mayor número de almas al Apostolado de Reparación, despertar en el corazón de mis hijos amor por mi Madre, amor por san José; haz algunos sacrificios que te lleven a la docilidad de espíritu. De nuevo te recuerdo, no puedes ocultar nada de lo que te diga; este Diario Espiritual será manjar descendido del Cielo que alimentará y fortificará a muchos de mis hijos. 

[Jesús, perdóname por mi intransigencia y obstinación; Tú me darás el valor que necesito para enfrentarme al mundo. Ocúltame en la herida abierta de tu Sagrado Costado, haz que pase desapercibido frente a las miradas curiosas, insidiosas; que todo sea para la gloria y honra de tu Santo Nombre.
Bendito eres, Señor, por todo lo que has hecho en mi vida y en la vida de todos mis hermanos; bendito eres, Señor, porque tu Misericordia es eterna, tu Amor es incomparable a cualquier amor humano; tu Amor no reprime, no coarta la libertad; tu Amor no es egoísta; tu Amor no tiene medidas ni límites. Te amo, Jesús mío, eres mi ilusión, mi dulce obsesión.

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2014 de la Comunidad de Siervos Reparadores.