Aprende a descubrir las riquezas espirituales que trae consigo el dolor, la enfermedad
56 . Aprende a descubrir las riquezas espirituales que trae consigo el dolor, la enfermedad
26 de Febrero de 2014.
Hijo, escribe, el Diario Espiritual será medicina para los corazones agobiados, tristes; el Diario Espiritual será luz que iluminará el paso de muchos ciegos espirituales que no han podido ver mi Luz Divina; el Diario Espiritual ha de ser tomado como un regalo descendido del Cielo para todos los humildes, los sencillos.
En este día, déjate abrazar por Mí, quiero hacerte sentir los latidos de mi Divino Corazón como balbuceos de: "te amo".
En este día, aprende a descubrir las riquezas espirituales que trae consigo el dolor, la enfermedad. Ofréceme tus sufrimientos, tus luchas interiores; trata de entregarme, desde el silencio, la cruz que he decidido enviarte, necesito que seas santo; es mi deber purificar tu corazón, dejártelo limpio, puro.
En este día, haz algunos actos de amor; recuerda que con solo decir: "Jesús, María os amo; salvad almas"; muchas almas volverán a Mí como ovejas perdidas en búsqueda de su pastor.
En este día, deja que mis palabras eleven tu espíritu a la adoración, a la alabanza contemplativa; recuerda que eres alma reparadora, recuerda que ya no te perteneces: eres mío desde el mismo instante en que te hablé al oído, escuchaste mi voz y decidiste caminar tras de Mí.
Eres alma reparadora, por lo tanto, no te olvides de reparar las injurias y ultrajes que recibo de parte de muchos de mis hijos.
Eres alma reparadora, por lo tanto, visítame en el Santísimo Sacramento; allí recibirás la sanación de tu cuerpo; allí recibirás la sanación de tus enfermedades morales, espirituales; allí lo recibirás todo, absolutamente todo de Mí.
Eres alma reparadora, por eso, medita en los misterios de mi Sagrada Pasión; si tus deberes de estado te permiten rezar el Santo Vía Crucis a las tres de la tarde, me darías regocijo, alegría.
Eres alma reparadora, por lo tanto, jamás estarás exento de la cruz, ya que la cruz es el camino que te conduce al Cielo.
FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2014 de la Comunidad de Siervos Reparadores.