Te quiero hacer una insinuación de amor
54 . Te quiero hacer una insinuación de amor
22 de Febrero de 2014.
Te he llamado, mi voz retumbó en tus oídos; te he llamado y mis palabras penetraron en lo profundo de tu corazón y no pudiste contener tus lágrimas, suspiraste de amor por Mí.
Te he llamado porque en este día tengo muchas gracias y muchas bendiciones para derramar sobre ti, por eso te pido que trates de conservar actitud de recogimiento; recogimiento que te llevé a encontrarte Conmigo en la soledad del Sagrario, recogimiento que te lleve a sentir mi presencia, recogimiento que te lleve a querer derretirte de amor por Mí.
En este día, permíteme que sea Yo quien dirija tus pasos, no quiero que te extravíes del camino que te lleva al encuentro personal Conmigo.
En este día, quiero enseñarte a descansar en Mí; si quieres recuesta tu cabeza en mi pecho, escucharás los latidos de mi Corazón, sentirás mi respiración tan cercana a ti que me pedirás volar hacia el cielo.
En este día, entrégame las intenciones que hay en tu corazón; conozco tus tristezas, tus enfermedades, tus problemas; conozco los motivos por los cuales experimentas vacíos dentro de ti, conozco tus recuerdos, toda la historia de tu vida en plenitud.
En este día, quiero aliviar tus sufrimientos y también, quiero mostrarte un camino de luz. Has de saber que nunca me he separado de ti, son los hombres los que por diversas circunstancias se apartan de Mí.
En este día te pido silencio exterior e interior.
¿Cómo quieres escuchar mi voz si no me das la oportunidad para que te hable? ¿Cómo quieres escuchar mi voz si tu espíritu permanece agitado, si soplan dentro de ti vientos fuertes, vientos encontrados? ¿Cómo quieres escuchar mi voz cuando llegas al Sagrario y de inmediato lanzas de tu corazón solo quejas?
Hoy, quiero hacerte más llevadera la cruz, pero quiero pedirte algo: que tu mirada, tus pensamientos y tu corazón estén fijos y puestos solo en Mí.
Estás en un mundo convulsionado, mundo que por momentos te desvía de las sendas que te llevan al Cielo, mundo que te cuestiona; solo te pido confianza excesiva en mi Divina Misericordia.
Ya conoces el lugar donde me puedes encontrar, ya sabes que soy el único que puede responder con veracidad a cada uno de tus enigmas, a cada uno de tus interrogantes. Soy el único que te puede confirmar y reafirmar tu vocación, es decir, a qué te he llamado, para qué te he elegido. Soy el único que puede operar en ti un cambio extremo, una transformación tal, que los hombres la noten y la perciban. Soy el único que puede darle sentido a tu vida, soy el único que puede hacer de ti una obra perfecta, soy el único que puede llenar los vacíos de tu corazón y hacer que tu corazón rebose de paz, soy el único que puede agregarte en el número de mis elegidos, pero necesito de ti: esfuerzo, convencimiento que para heredar el Reino de los cielos debes ser santo. Soy el único que puede sanarte de la miopía espiritual y dar luz y brillo a tus ojos, porque muchas veces has andado en tinieblas, en oscuridad; muchas veces has caído porque no has visto los peligros que acechaban tu vida; soy el único qué puede renovar tus pensamientos. Mira a tu alrededor, los hombres caminan presurosamente en distintas direcciones; mira a tu alrededor, los hombres apartados de Mí, algunos de ellos creen encontrar la verdad absoluta en la ciencia, cuando soy Yo la verdad absoluta; mira a tu alrededor, el hombre se afana por los bienes terrenales y descuida lamentablemente la salvación de su alma.
Te quiero hacer una insinuación de amor; eres libre en aceptarla o rechazarla porque a las criaturas les doy libertad para escoger el camino del bien o del mal, les doy libertad para escoger el camino que los lleva a la salvación o a la condenación eterna, les doy libertad para que caminen en luz o en tinieblas. ¿Quieres ser alma reparadora?
¿Estás dispuesto a ofrecerme algunos sacrificios de amor que alivien mi sufrimiento?
¿Estás dispuesto a regalarme parte de tu tiempo y visitarme con mayor frecuencia en el tabernáculo de mi amor divino?
¿Estás dispuesto en alejarte de aquellas compañías peligrosas, compañías perjudiciales que abruptamente te pueden separar de Mí y arrastrarte al abismo de la perdición?
¿Estás dispuesto a mostrarte al mundo como mi discípulo, sin importar el rechazo que puedas experimentar de los demás, y defender tus ideas, las creencias que tienes en Mí, aun en medio de doctos y letrados?
¿Estás dispuesto a dejar que Yo haga de tu vida lo que quiera; a morir, aun a tus propios sueños, ideales para Yo glorificarme en ti?
¿Estás dispuesto a no mezclarte con el mundo, a predicar mi Palabra a tiempo y a destiempo?
¿Estás dispuesto a amar a tus hermanos, aún a tus propios enemigos; a perdonar de corazón a todos los que te han hecho mal y te han ofendido?
¿Estás dispuesto a ser alma reparadora de los Sagrados Corazones unidos y traspasados de Jesús y de María?
¿Estás dispuesto a morir a tu "yo", a tu hombre viejo y dejar que mi gracia actúe en ti?
¿Estás dispuesto a ofrecer tus sufrimientos, tus penas interiores, las cruces de cada día en reparación por tus pecados y los pecados del mundo entero?
Porque no quiero escuchar de tus labios una queja, una censura, no quiero escuchar de tus labios algún por qué no te he permitido alcanzar la realización de tus ideales. Solo espera, ten paciencia; en el momento menos pensado tu alma rebosará de paz porque, por fin alcanzaste lo que tanto anhelabas.
FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2014 de la Comunidad de Siervos Reparadores.