Quiero mostrarte la fuente de mi Divino Corazón
53 . Quiero mostrarte la fuente de mi Divino Corazón
19 de Febrero de 2014.
[Amado Jesús mío, te pido que el fuego de tu Santo Espíritu descienda sobre mí, que penetre en mi corazón y arda en deseos de amarte, de conocerte, en deseos de profundizar en tu Palabra, en tu Evangelio y hacerlo vida en mi vida.
Permite, oh Jesús mío, que los rayos de tu luz divina envuelvan todo mi ser, que seas Tú el sol que ilumina mi camino, que seas Tú hablándome a mi corazón y mostrándome el camino de tu Divina Voluntad.
Tú sabes, Señor, que mi corazón arde en sed de Ti, quisiera consumirme de amor como se consume un cirio encendido en tu presencia Eucarística, quisiera derretirme solo de amor por Ti.
En este día sentía un anhelo de encontrarme Contigo en la soledad de tu tabernáculo, sentía como unas pequeñas punzadas de amor; eras Tú, amantísimo Jesús mío, que desde el silencio de tu Sagrario, tu voz me hablaba, me atraías, por eso aquí estoy adorándote, alabándote, pidiéndote que me concedas la gracia de entender tu mensaje de amor en las Sagradas Escrituras.
Quiero hacer de tu Evangelio norma de vida; Tú conoces todo de Mí, te suplico tu Amor y tu Misericordia.
Y una tenue voz, una dulce voz en mi interior me dice:]
Quiero aquietar tu corazón, quiero que aprendas a descansar en Mí, quiero que comprendas que cada vez que estás en el Sagrario estás en mi terreno de amor, estás en una pequeña parcela del Cielo en la tierra.
Quiero que cada vez sientas más sed de Mí; hay una fuente de agua viva que quiero descubrirte, quiero mostrártela en plenitud: es la fuente de mi Divino Corazón.
Además, puedes calmar tu sed en la fuente de mi Palabra; mi Palabra calará en lo profundo de tu ser y lentamente te irá renovando, transformando hasta que por fin muera el hombre viejo que aún hay en ti.
Aprende a escudriñar en mis misterios divinos, a ser pequeño, humilde; aprende a conocer los medios para que seas santo, quiero entregar en tus manos el gran premio: tu salvación.
Hijo, ¿ qué quieres que haga por ti en este instante? No temas decírmelo.
[Señor, que me des fuerza para perseverar en tu camino, para reparar siempre las injurias y ofensas que recibes de todos los hombres; que me des fuerza para no caer en pecado, para no dejarme vencer por la tentación.
Tú sabes, Jesús, que eres mi delirio de amor; Tú eres la única razón por la cual lo he dejado todo.]
Conoces ya mi recompensa, suelo pagar el ciento por uno a todos los hombres valerosos, a todas la mujeres aguerridas e intrépidas que han correspondido generosamente a mi llamada de amor.
Busco pescadores de hombres, busco almas que se consagren totalmente a mi servicio, pero lamentablemente el miedo, la duda, han sido obstáculos para que se abandonen plenamente en Mí. Algunas veces los apegos a las cosas del mundo, los apegos a la familia han sido impedimento para obrar de acuerdo a mi santo querer.
[¡Oh Jesús!, no quiero herirte, no quiero ofender tu Corazón, Corazón que es un océano infinito de misericordia. No has tenido en cuenta mis pecados cuando tantas veces te lastimé, no has tenido en cuenta mis maldades e iniquidades cuando innumerables veces me aparté de Ti, tapé mis oídos a tu voz y caminé en tinieblas, en oscuridad.]
Lo importante es que hoy estás en mi presencia, lo importante es que llegaste a tiempo, y déjame entregarte mis redes vivas para que juntos las lancemos en alta mar y muchos peces vengan a Mí y muchas almas se gocen en mi presencia.
[Solo Tú, Señor, me bastas; tus palabras inundan mi corazón de tu paz celestial. Quisiera gritar al mundo entero que te amo, que vale la pena dejarlo todo para seguirte, quisiera gritarle al mundo entero que Tú me sedujiste, Señor. Pero, soy temeroso a los señalamientos humanos; qué torpe soy, cuando lo que menos me debe importar son los comentarios de los hombres, lo único que me debe interesar es complacerte a Ti.]
FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2014 de la Comunidad de Siervos Reparadores.