Acompáñame, llévate mi tristeza, mengua mi soledad
23 . Acompáñame, llévate mi tristeza, mengua mi soledad
31 de Enero de 2014
Ya ves, hijo mío, nada ha pasado; esta visita en este día, ha sido una prueba más de mi Misericordia Divina para contigo y para con los hermanos que tienes a tu alrededor.
No te angusties, confía más en Mí, deja que sea Yo quien dirija tus pasos, que sea Yo quien te encamine por el camino de la Divina Voluntad, que sea Yo quien te muestre el sendero; sendero esplendoroso, pero, también, sendero angosto y estrecho porque debes padecer, debes asemejarte en todo a Mí. Eres víctima de mi Sagrado Corazón, por eso constantemente te estaré refinando como a oro y plata, te pasaré por el fuego de la tribulación con el fin de limpiar tu alma, hacer más radiante tu espíritu; pero no temas, no hay cruz que Yo envíe a mis hijos y no sean capaces de sobrellevar; el peso de la cruz no puede superar las fuerzas.
Embriágate de amor, continúa con la tarea de escribir el Diario Espiritual y dejar consignados nuestros diálogos de amor, dejar escritas las experiencias que te permitan vivir durante algún tiempo; porque mis hijos deben convencerse que estoy vivo, que el Espíritu Santo aletea y revolotea sobre los humildes, los pequeños; por eso no te detengas, sigue el camino que he trazado en tu vida, supera tus temores, cierra las puertas de tu corazón a la turbación de espíritu, a la inquietud.
¿Qué quiere el demonio contigo? Desestabilizarte emocionalmente para que sucumbas. ¿Qué quiere el demonio contigo? Debilitarte con malos pensamientos, juega con la imaginación para llevarte a tomar decisiones erróneas, decisiones que no van de acuerdo con mi santo querer.
¿Qué quiere el demonio contigo? Sacarte de mi paso y lanzarte al abismo oscuro; pero no podrá hacer nada en tu contra, Yo te libraré, te protegeré; te llevo oculto y escondido en mi Divino Corazón, el manto de mi Madre te arropa, san Miguel Arcángel con su espada celestial quita obstáculos en tu camino.
Hoy, repara por tu pasado, por los pecados que cometiste; mucho sufrimiento me causaste, demasiada pena; hoy ama y adora mi Corazón, consuélame; pasa más de lo acostumbrado en mi presencia Eucarística, en el tabernáculo de mi Amor Divino.
Acompáñame, llévate mi tristeza, mengua mi soledad; ámame por los que no me aman, dame toda la gloria y la honra que los hombres no me dan; si quieres detendré el tiempo, me llevaré tus preocupaciones, pensamientos volátiles para que tu mirada y tu corazón, estén puestos solo en Mí; sana mis heridas con el ungüento bendito de la reparación y pide misericordia por un mundo que camina en contra de mis leyes, de mi Evangelio; mundo pagano, mundo sin Dios.
FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2014 de la Comunidad de Siervos Reparadores.