Caliéntame con el fuego de tu oración
57 . Caliéntame con el fuego de tu oración
27 de Febrero de 2014.
Hijo, deja que mis palabras muevan tu corazón al cambio, a la conversión perfecta y transformante; deja que mis palabras te arrebaten de inmediato de las cosas del mundo y te hagan más espiritual, más parecido y semejante a Mí; deja que mis palabras inunden tu corazón de mi paz, de mi amor, de mi ternura. Ya sabes que quiero lo mejor para ti, ya sabes que te he llamado para una gran misión en la tierra, no tengas miedo, cúmplela a cabalidad.
Te pido que lleves a todos los hombres el Apostolado de Reparación; apostolado que será medicina para sanar las heridas de mi cuerpo Santísimo, para aliviar los sufrimientos de mi Corazón.
Lleva a muchas almas al Sagrario, allí me dejaré ver por los ojos de alma, me haré sentir; allí suscitaré, en muchos corazones, el anhelo de alcanzar la santidad, mediante la práctica heroica de la virtud y la vivencia del Evangelio.
En este día, permíteme descansar en ti, déjame entrar en lo profundo de tu corazón porque tengo frío.
En este día, caliéntame con el fuego de tu oración.
En este día, aplica bálsamo sanador a mis heridas con el ungüento y óleo bendito de la reparación.
En este día, continúa tu tarea, escribe para el Diario Espiritual, porque muchos de mis hijos andan como ovejas sin pastor, se han desviado del camino que los lleva al Cielo. Muchos de mis hijos transgreden mis leyes divinas y corren velozmente a la perdición, muchos de mis hijos conociéndome se han dejado engañar y seducir por Satanás y han caído en sus mentiras; muchos de mis hijos se sienten abandonados, solitarios, no hallan sentido a sus vidas, y por eso cometen errores de gran magnitud; muchos de mis hijos han caído en las falacias y placeres fugaces del mundo. Pobres almas, deben regresar a Mí, por eso no te detengas, sigue siendo lápiz desgastado entre mis manos.
Te pido que difundas por doquier este Diario Espiritual, unido a la espiritualidad que he entregado en tus manos y en las manos de las almas sencillas, de las almas buenas.
FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2014 de la Comunidad de Siervos Reparadores.