Un alma reparadora es un hijo de mi predilección

74 . Un alma reparadora es un hijo de mi predilección

9 de Marzo de 2014. México

[Amado Jesús, en este día quiero entregarte mis miserias, quiero entregarte mi corazón sucio y manchado por el pecado. Humildemente te pido que derrames sobre él algunas gotas de tu Sangre preciosa; deseo que tu gracia divina, que los rayos potentes de tu Amor Divino penetren en mi alma con toda su fuerza.

Pon palabras en mis labios; hoy vendrán muchas personas deseosas de conocer de esta espiritualidad; pero no sé qué decirles, por momentos siento que mis palabras se han agotado. Derrama el fuego de tu Santo Espíritu sobre mi como torrencial de gracia, como lluvia abundante de tu Misericordia.]

De nada te tienes que preocupar, Yo hablaré por ti, pondré palabras en tus labios, mociones en tu corazón; tú solo sé instrumento de Dios en la tierra, tú haz lo que tienes que hacer. Tu misión te exige: dinamismo espiritual, vida interior profunda, oración, espíritu de silencio y de sacrificio.

Tu misión ha de llevarte al despojo total de ti mismo. 

[Pero aún soy muy imperfecto, Señor; algunas veces siento que no soy testimonio verdadero de tu presencia en mi. Púleme, tállame, Señor; corrígeme, así algunas veces tenga que llorar; lo importante es tomar conciencia de todas las gracias que Tú me has concedido sin merecerlas.]

Conserva la humildad, habla muy poco de ti; de Mí, habla en exceso. Debo ocupar todo tu corazón, en tu interior no debe haber ningún espacio para nadie más que para Mí.

Hoy quiero que hables del misterio de la santa cruz.

Hoy quiero que manifiestes las dulzuras y bondades que contiene mi Sagrado Corazón. Deseo lanzar las redes vivas de mi amor y atrapar algunas almas reparadoras para que juntos edifiquemos un reino de paz, de amor y de justicia.

[Con todo gusto lo haré; Tú sabes, Señor, que eres el único aliciente de mi vida; por Ti lo haré todo, hasta ofrendarte mi vida como holocausto eterno de amor.]

Quiero que todo lo que tú hagas sea para gloria y honra de mi Santo Nombre; que todo lo que tú hagas sea para la salvación de las almas. Por eso, no escatimes en tiempo; el tiempo es mi tiempo, Yo soy el dador del tiempo.

[Perdón, Señor, porque muchas veces pienso más en mí y me olvido de los demás. ¡Qué egoísta he sido!, perdóname. Ayúdame a cumplir a perfección con tus mandatos; no quiero defraudarte, quiero consolar tu Corazón, quiero reparar por mis pecados y los pecados del mundo entero.]

Vive entonces mi Palabra, encarna mi Evangelio, pasa desapercibido frente a los ojos de los demás, escóndete en la herida abierta de mi costado y permanece sumergido en mi Corazón.

Este diario va dirigido para toda la humanidad, para todos los hombres humildes, para todos aquellos que tienen sed de Dios, sed infinita de alcanzar el Reino de los cielos. No te tengas reparos ni miedos en escribir mis palabras.

[A veces, Señor, siento vergüenza de plasmar por escrito tus manifestaciones de Amor y de Misericordia para conmigo, temo que la soberbia y la vanagloria entren en mi corazón; tan solo quiero ser siervo tuyo, esclavo de tu Sagrado Corazón.]

Deja que el Espíritu Santo fluya sobre ti, deja que sea Yo el timón de tu vida, no pongas obstáculos a la gran obra que quiero hacer en ti y en todas las almas que creen en estas manifestaciones del Cielo.

¡Estoy vivo!, por tanto, me muevo y actúo en los corazones sencillos, en los corazones que se asemejan al corazón de los niños.

[Gracias, Señor, porque tus palabras me reconfortan, me animan a desgastarme, a no medir el tiempo; tus palabras son bálsamo de paz que inunda mi corazón de tu presencia, de tu gran derroche de amor.

En este día hablaré del misterio de la santa cruz, hablaré de las delicias y derroche de amor que contiene tu Sagrado Corazón.

¡Oh Jesús!, toca muchos corazones, suscita en muchas personas el deseo de unirse a esta espiritualidad, el deseo de hacerse almas reparadoras.]

No te inquietes, no eres tú el que harás la obra, soy Yo quien moveré los corazones al cambio; soy Yo quien traspasará de lado a lado los corazones más duros, los corazones más reacios a mi amor y a mi ternura; soy Yo quien dulcemente les hará sentir necesidad de reparar por sus propios pecados y los pecados del mundo entero. Diles que un alma reparadora es un hijo de mi predilección, es un súbdito y esclavo de mi amor divino, diles que un alma reparadora goza de las bondades y dulzuras de mi Corazón, es un pequeño pararrayos de mi amor y de mi justicia divina en la tierra.

[Lo haré, Señor, haré todo lo que Tú me pidas. Gracias por este encuentro en esta mañana, tu Misericordia es eterna, tu bondad no tiene limites. Tú derramas tu gracia sobre todas las almas, Tú mueves las conciencias de todos los hombres; Tú eres mi fascinación, eres mi tierna obsesión, eres mi gran delirio de amor.]

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2014 de la Comunidad de Siervos Reparadores.