Aprende a sufrir y a padecer por amor
391. Aprende a sufrir y a padecer por amor
9 de Octubre de 2013 (6:27 a.m.) Desierto de amor en el Sagrado Corazón, Perú
Hijo, descansa en Mí; entrégame tus preocupaciones, tus sufrimientos; entrégame el peso de tu cruz, te aligeraré la carga.
En este día déjame entrar en lo profundo de tu corazón; prenderé fuego de amor dentro de ti para que los afanes del día, las persecuciones, las angustias que experimentas por ser mi discípulo, por ser mi siervo, no te hagan caminar hacia atrás o desviarte del camino que te lleva al cumplimiento perfecto de mi Divina Voluntad.
Aprende a sufrir y a padecer por amor; ofréceme tus enfermedades en reparación por tus pecados y los pecados del mundo entero; quiero glorificarme en tu vida, quiero hacerte más semejante a Mí; por eso, no tengas miedo en abrazar mi cruz.
Póstrate ante mi presencia Eucarística y pídeme Misericordia, y de inmediato descenderán del Cielo torrentes de mi amor y de mi ternura.
Sentirás gozo de ser mi cirineo; sentirás gozo de ser alma reparadora, alma víctima de mi Sagrado Corazón; sentirás gozo de experimentar rechazo, burlas, incomprensiones; sentirás gozo de ver cómo tus fuerzas lentamente disminuyen, cómo te consumes de amor por Mí.
Escribe para mi diario espiritual; muchos ciegos espirituales recobrarán la luz; muchos paralíticos caminarán en pos de Mí, tras mis huellas buscando regocijo, paz; muchos muertos resucitarán, porque mis palabras son dadas para todos los hombres que tengan corazón de niño, para todas las almas sencillas, inocentes y buenas; por eso, mantén tus oídos abiertos a mi voz, mantén tu corazón dispuesto a recibir mis gracias. No te preguntes más por qué te llamé, por qué te elegí como apóstol de mi Sagrado Corazón, como apóstol de la reparación para este tiempo crucial en la historia.
Camina tras el eco de mi voz, camina tras mis huellas inconfundibles en la arena, camina tras el suave olor de mi perfume.
Fortalécete en Mí; alimenta tu espíritu con la oración; búscame en el Sagrario, y a solas te hablaré, a solas te mostraré el camino que debes andar; a solas te aconsejaré para que lleves a mis hijos por el camino angosto y estrecho que les lleva al Cielo, para que les entregues todos mis regalos, mis manifestaciones de Misericordia; porque no quiero que ni uno de mis hijos se me pierda.
Vive en santidad, vive mi Evangelio, encarna mi palabra. Sé luz en un mundo de tinieblas y de oscuridad, permanece atento a mis palabras; no te distraigas, no te dejes arrebatar esta gracia que te quiero conceder, este don que solo concedo a muy pocos.
Ayúdame a formar a muchísimos de mis hijos como apóstoles de mi Sagrado Corazón, es urgente que el apostolado de reparación se difunda por el mundo entero; es urgente que todos los pecadores emprendan el camino de la mortificación y de la penitencia.
FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.