El hambre y la sed de Jesús

387. El hambre y la sed de Jesús

3 de Octubre de 2013 (10:15 a.m.) 

Hijo mío, me adentré en al espesor del desierto para ayunar durante cuarenta días y cuarenta noches; allí experimenté soledad, hambre, sed; allí fui tentado por Satanás; allí fortalecí mi espíritu para abrazar la cruz, para inmolarme como holocausto de amor por toda la humanidad.

Hoy puedo decirte que tengo hambre y sed de almas, almas que vengan al Tabernáculo de mi Amor Divino y me adoren, me alaben, me rindan los tributos que como Dios Uno y Trino me merezco.

Tengo hambre y sed de almas, almas que practiquen la justicia y la equidad, almas que vivan mis mandamientos y los mandamientos de la Santa Madre Iglesia, almas que vayan en pos de los necesitados y brinden una mano y una ayuda a los menesterosos, a los menos favorecidos.

Tengo hambre y sed de almas que brillen por su testimonio de vida, vida amoldada a mi Evangelio, a mi palabra. Tengo hambre y sed de almas, almas que caminen tras el eco de mi voz y permanezcan adheridas a mi rebaño, a mi redil.

Tengo hambre y sed de almas, almas que no caigan en los engaños y falsas seducciones del mundo; almas que sepan abrazar la cruz y acepten los sufrimientos con amor.

Tengo hambre y sed de almas, almas libres de egoísmos; almas con corazón generoso.

Tengo hambre y sed de almas, almas que sientan la necesidad de tener un encuentro conmigo de corazón a corazón en el Sagrario.

Tengo hambre y sed de almas, almas que caminen tras mis huellas y no se desvíen del camino que les lleva al Cielo.

Tengo hambre y sed de almas, almas que se dejen arropar bajo el manto maternal de mi Madre, Ella es el camino seguro de encuentro conmigo, Ella es la puerta del Cielo siempre abierta.

Tengo hambre y sed de almas, almas que busquen la reconciliación, la paz, el diálogo; almas que sepan hacer historia en sus propias vidas.

Tengo hambre y sed de almas, almas que no den rienda suelta a las apetencias de la carne; almas que busquen en gozo y la felicidad en los bienes del Cielo.

Tengo hambre y sed de almas, almas que hagan en todo mi Divina Voluntad.

Tengo hambre y sed de almas, al mas que descubran en Mí la perla de gran valor, el tesoro de cuantiosa suma.

En esta vigilia de reparación te pido a ti, apóstol de mi Sagrado Corazón que te acerques a beber en las fuentes de mi Divino Corazón; el océano infinito de mi Misericordia jamás se agotará.

En esta vigilia de reparación, te pido que postres a los pies de mi Sagrario el cántaro de tu corazón vacío, lo rebosaré con el agua viva de mi amor, le daré plenitud.

En esta vigilia de reparación, pídeme que te dé hambre de mi Cuerpo, sed infinita de mi Palabra.

Haré de ti mi mensajero, heraldo de mi Evangelio.

En esta vigilia de reparación, proponte mantener limpio y puro tu corazón para así verter dentro de ti torrenciales de amor; torrenciales de agua viva que hagan de ti hombre nuevo, hijo de la luz; torrenciales de agua viva que arrasen con todo lastre de pecado u olor de mundo; torrenciales de agua viva que hagan de ti criatura que se asemeja a su creador; torrenciales de agua viva que den luz y brillo a tu espíritu.

Así como invité a la samaritana a beber del agua viva, hoy te invito a ti. Toma en tus manos el copón de oro, no tengas miedo en sumergirlo en lo profundo de mi Sagrado Corazón y bebe sorbo a sorbo hasta que te embriagues de amor por Mí.

En esta vigilia de reparación, como apóstol de mi Sagrado Corazón, siente hambre infinita de alimentarte de mi Cuerpo y de mi Sangre bajo las especies consagradas del pan y del vino; te daré salvación y vida eterna, te daré la fuerza que necesitas para vencerte a ti mismo y derrotar al enemigo y sus secuaces; te haré soldado valiente, soldado que no teme salir al campo de batalla.

Siente hambre y sed de alcanzar el Cielo; para habitar en una de mis moradas debes ser santo, debes cortar de raíz con las cosas del mundo.

Siente hambre y sed de escudriñar mi Palabra, es el manual de vida que te llevará a la santidad, es el manual de vida que te abrirá las puertas y compuertas del Cielo.

Siente hambre y sed de alcanzar la felicidad, la verdadera felicidad, el gozo pleno de permanecer a mi lado, de ser mi discípulo, de ser el anunciador de la buena nueva.

Siente hambre y sed de caminar como peregrino en búsqueda de la patria celestial.

En esta vigilia de reparación, tráeme a los pecadores, pobres y desdichadas almas que desprecian mi Cuerpo y mi Sangre; desdichadas almas que transgreden mis leyes y caminan tras las directrices del mundo; desdichadas almas que se han he. cho títeres de Satanás y caminan vertiginosamente al abismo.

En esta vigilia de reparación, tráeme a los ciegos espirituales para darles luz nueva a sus ojos; tráeme a los enfermos del alma para devolverles la salud que necesitan y hacer que caminen en pos de Mí.

En esta vigilia de reparación, consuela mi agonizante Corazón; mantén tus ojos abiertos, tu corazón despierto. Únete a la adoración y alabanza de los santos ángeles.

En esta vigilia de reparación, dame todo el amor que los hombres no me dan.

[APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN:

Amado Jesús Mío, aquí estoy respondiendo a tu llamada de amor. Cómo buscar conciliar el sueño cuando Tú permaneces solitario y abandonado en los Sagrarios de la tierra; cómo no venir a Ti y suplicarte perdón y Misericordia; cómo te he ofendido, cómo te he lastimado.

Tantas veces he despreciado el alimento que me da salvación y vida eterna; he despreciado el manjar de ángeles, cuando tu Cuerpo y tu Sangre unen mi corazón al tuyo.

Mi Jesús amado, en esta noche reparo porque te he despreciado a Ti, he dejado de comer el alimento verdadero para comer de las migajas del mundo. 

Reconozco que tenía hambre y sed del mundo; hambre y sed del pecado; hambre y sed de alcanzar bienes materiales, honores, de buscar los primeros puestos, cuando solamente Tú eres importante.

En esta vigilia de reparación, te pido humildemente que limpies y purifiques mi corazón, sánale sus heridas. 

Me he desviado de tu camino y me lancé a buscar placer desmesurado, cuando Tú eres quien das y regalas la paz.

En esta vigilia de reparación, te pido que despiertes en mi corazón hambre y sed de Ti; hambre y sed de alcanzar el Cielo infinito; hambre y sed de vivir de acuerdo a tu Evangelio, a tus enseñanzas; hambre y sed de caminar por el camino angosto y estrecho que me lleva a un encuentro personal contigo; hambre y sed de buscarte, de querer encontrarte en el Sagrario; hambre y sed de ser tu discípulo y de buscar la ciencia divina que me lleve a la santidad.

Despierta en mi corazón hambre y sed de imitar la vida de los santos, ya no quiero pertenecer al mundo, quiero pertenecerte a Ti única y exclusivamente; ya no quiero herir más tu agonizante Corazón. 

De rodillas te pido perdón, de rodillas te pido clemencia y misericordia; derrama algunas gotas de tu Sangre preciosa para que me purifiques y me liberes.

En esta vigilia de reparación me abandono completamente entre tus brazos, soy como un niño que apenas empieza a dar sus primeros pasos, necesito de tus cuidados, de tu protección.

En esta vigilia de reparación, te doy gracias porque me haces sentir dolor de haberte ofendido; te doy gracias porque has quitado una venda que cubría mis ojos y me impedían verte, has quitado de mis oídos tapones que me impedían escucharte. Te doy gracias amado Jesús por tu derroche de amor y de Misericordia para conmigo. Pero ten en cuenta a los pecadores, ten en cuenta a aquellos que aún no te conocen; te en cuenta a aquellos que conociéndote se han alejado de Ti y se han desviado de tu camino.

Extiende el manto de Tu Misericordia Divina sobre toda la humanidad y llama a cada uno de tus hijos, llévalos a una conversión perfecta y transformante.

Me has llamado para ser apóstol de tu Sagrado Corazón y por eso te pido que suscites, dentro de mí, hambre y sed de Dios; hambre y sed de María; hambre y sed de penitencia, mortificación; hambre y sed de reparar las injurias y ultrajes a tu agonizante Corazón; hambre y sed de consagrarme a Ti y de servirte a Ti única y exclusivamente.]

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.