Promesas para las vigilias de reparación
390. Promesas para las vigilias de reparación
5 de Octubre de 2013 (1:58 a.m.)
Mi Sagrado Corazón desborda de amor por todos vosotros, mi Sagrado Corazón es refugio para que os adentréis en su profundidad, quiero llenar vuestras vidas de mi Amor. Es el momento que os concedo para que me entreguéis todo lo que sois, donaos a Mí sin reserva; sois mis discípulos amados, atendisteis a mi súplica angustiosa; quería veros, mi Corazón se derrite de amor por todos vosotros; quería veros para saetear vuestros corazones con una chispita de la llama de mi Amor Divino; quería veros como cirios encendidos, cirios que iluminan en una noche oscura, fría; quería veros para extender el manto de mi Misericordia Divina; entregaos a Mí sin reserva, el tengáis miedo en dejarlo todo, en caminar tras el eco de mi voz, tras la fragancia inconfundible de mi perfume.
No os durmáis, adoradme; no os durmáis, consoladme. Muchas almas se revuelcan en el fango de sus pasiones, muchas almas hacen de sus corazones nidos de víboras, muchas almas se debaten entre la vida y la muerte.
Reparad, reparad, reparad; porque los hombres me crucifican de nuevo, los hombres me tratan de manera cruel y despiadada.
Os he congregado para que mitiguéis mi dolor, mi soledad; os he congregado para que sequéis mis lágrimas, sanéis mis heridas.
En cada vigilia de reparación os prometo rebosar vuestros corazones de mi paz, sanaros interiormente.
En cada vigilia de reparación os prometo haceros sentir mi amor, haceros sentir que estoy vivo.
En cada vigilia de reparación os prometo derroche de ternura.
En cada vigilia de reparación os prometo concederos siempre una gracia, una dádiva del Cielo; escucharé vuestros ruegos, tomaré vuestras necesidades y las entregaré al Corazón de mi Padre Eterno.
Si hacéis nueve vigilias de reparación consecutivas, haré posible lo que frente al mundo y lo que frente a vuestros ojos parezca irrealizable, inalcanzable.
Si hacéis, cada mes, una vigilia de reparación, durante nueve meses consecutivos, iréis creciendo en virtud, empezaréis a sentir tedio por el mundo y alcanzaréis la perfección necesaria para ganaros el Cielo.
Si hacéis las nueve vigilias de reparación durante nueve meses consecutivos, podréis ver un crecimiento espiritual notorio en vuestras vidas, vuestro corazón rebosará de alegría; ya no habrá más tristeza, no habrá heridas, no habrá recuerdos de vuestro pasado que os hagan llorar.
Si os proponéis nueve vigilias de reparación durante nueve meses consecutivos, mi Misericordia tocará el corazón de vuestros familiares más alejados de Mí, más empecatados y los convertiré; haré que caminen tras de Mí, les daré arrepentimiento de sus culpas.
Si os proponéis nueve vigilias de reparación durante nueve meses consecutivos, vuestro purgatorio será disminuido en gran manera.
Si os proponéis nueve vigilias de reparación durante nueve meses consecutivos, aprenderéis a sobrellevar las cruces de cada día; el sufrimiento os servirá para escalar peldaños de oro que os adentran en el Cielo. Si os proponéis nueve vigilias de reparación durante nueve meses consecutivos, veréis una transformación en vuestras vidas, una transfiguración espiritual que os llevará a ansiar solo los bienes del Cielo, a desear habitar en una morada de mi reino.
Si os proponéis nueve vigilias de reparación durante nueve meses consecutivos, veréis una transformación en vuestra familia; los casos imposibles serán posibles, los caminos supuestamente torcidos se allanarán, se enderezarán.
Si os proponéis nueve vigilias de reparación durante nueve meses consecutivos, despertaré en vosotros fervor por la oración, ansias de padecer para asemejaros a Mí.
Si os proponéis nueve vigilias de reparación durante nueve meses consecutivos, os haréis acreedores de mi gran promesa de amor, permaneceré a vuestro lado mientras dure vuestro peregrinaje en la tierra, os abriré las puertas del Cielo el día en que os llame; convertiré a los pecadores más empedernidos, daré luz divina a los incrédulos, a los escépticos, a los que se dicen ateos.
Si os proponéis nueve vigilias de reparación durante nueve meses consecutivos, me compadeceré del mundo entero, atraeré al aprisco de mi Sagrado Corazón a las ovejas extraviadas, os fortaleceré de manera sobrenatural para la prueba.
Si os proponéis nueve vigilas de reparación durante nueve meses consecutivos y hacéis comuniones sacramentales reparadoras, os adentraré en uno de los aposentos de mi Sagrado Corazón y os defenderé de los enemigos del alma; el demonio no tendrá cuenta con vosotros.
Si os proponéis nueve vigilias de reparación durante nueve meses consecutivos, postraré a los pies de mi Santa Cruz aquellos seres amados alejados de mi camino, ablandaré los corazones más endurecidos.
Una vigilia de reparación os hace como estrellas fulgurantes que embellecen el Cielo en una noche oscura.
Una vigilia de reparación os pule, os talla; saca de vuestro corazón herrumbres, residuos de mundo y da luz a vuestras conciencias para que no me ofendáis más, para que no pequéis más.
Una vigilia de reparación me lleva a mirar a la humanidad entera con ojos de Misericordia; porque por todos vosotros morí en una cruz; porque por todos vosotros me quedé, hasta la consumación de los siglos, en la Hostia Consagrada.
Hijos míos, ángeles míos, depositad en la patena de mi Sagrado Corazón vuestras necesidades; entregádmelas, actuaré según sea mi Divina Voluntad. Suscitaré, en cada uno de vosotros, santa intranquilidad para que alcancéis las promesas, los regalos en las nueve vigilias de reparación, durante los nueve meses consecutivos.
Muchos jóvenes serán tocados, algunos jóvenes serán sacados del mundo y llamados a la vida consagrada y sacerdotal; algunas almas tibias se enfervorizarán; muchos impíos, almas que han tocado fondo, serán rescatadas; algunos enfermos serán sanados.
[Me dice el Señor, que si por alguna circunstancia se interrumpe una vigilia de reparación, se debe empezar de nuevo.
Se ganan estas promesas si el alma está en estado de gracia, si hace confesión, si participa de la Eucaristía, si comulga; se ganan estas promesas si permanece en vela uniendo tu corazón al Corazón del Señor.]
Estas vigilias de reparación son otro gesto más de mi Misericordia para con todos vosotros.
Estas vigilias de reparación son tácticas divinas para atraer a mi rebano, a mi redil, el mayor número de ovejas descarriadas.
Estas vigilias de reparación son una manifestación más del gran amor que os tengo. Necesito almas reparadoras, necesito almas víctimas. Mi Sagrado Corazón es altar en el cual muchos de mis hijos se hicieron santos.
En toda vigilia de reparación mi Madre estará Presente; Ella tomará en sus virginales manos vuestras intenciones, vuestras necesidades.
En toda vigilia de reparación, San José, mi padre amado, estará con vosotros presentando, ante el trono de mi Padre Eterno, vuestras vidas, vuestras necesidades.
Sois los primeros en participar de una vigilia de reparación, consideraos almas privilegiadas; suscitaré en veredas, pueblos, países, el deseo de hacer vigilias de reparación.
Estas vigilias de reparación llegarán al país de la reparación de Hungría.
Hijos amados, no os iréis en este día sin haber experimentado mi amor; no os iréis de este lugar santo sin haberos concedido gracias.
Una vigilia de reparación es la gran oportunidad que os doy para expiar vuestros pecados y reivindicaros de vuestras faltas. Esta gracia, este secreto del Cielo lo tenía previsto para este día, para esta hora, para este momento y, ante todo, para cada uno de vosotros.
[Dice el Señor que en vigilias de reparación muchos recibirán sanación del alma, sanación del corazón, heridas emocionales. Me dice que muchos cautivos por el pecado serán liberados; que, por eso, ha dado nueve oficios, uno de ellos es el cautivo frente al libertador; uno de ellos es la oveja frente a su pastor, ovejas extraviadas; uno de ellos es criatura rebelde frente a su Creador y justo juez; uno de ellos es el navegante ante su piloto, es decir, personas que no han encontrado el norte y la dirección a sus vidas y no saben qué rumbo tomar; el Señor será el piloto y la brújula de estas almas, de estas personas.
¡Ah, Señor! Yo te doy gracias por todo lo que Tú nos das; yo te doy gracias en nombre de estos, mis hermanos; yo te doy gracias y levanto mis manos hacia el Cielo en acción de agradecimiento; yo te doy gracias, porque eres Tú que te haces sentir, eres Tú el que vibras en lo profundo de cada corazón; eres Tú el que nos llevas a un cambio, a una transformación.
Veo a San Juan, su discípulo amado, a Santa María Magdalena.
Jesús, gracias te damos, infinitas gracias te damos. ]
FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.