Mi Sagrado Corazón es tribunal y trono de la Divina Misericordia
452 . Mi Sagrado Corazón es tribunal y trono de la Divina Misericordia
5 de Diciembre de 2013 (11:19 a.m.)
Hijo, no mires más tu pasado, ya todo te lo he perdonado; recuerda que el sacramento de la confesión es una experiencia de un encuentro vivo de amor conmigo; a través de este sacramento, liberador y curativo para el alma, corto cadenas oxidadas, ilumino la conciencia y la vida espiritual de todos mis hijos. Debes comprender que las cosas del mundo no te llevan a nada bueno; debes comprender que el pecado ciega y ensordece a todos mis hijos, hasta llevarlos a los niveles más bajos de la degradación moral y espiritual.
Mi Sagrado Corazón es tribunal y trono de la Divina Misericordia; ven hacia Mí, déjate abrazar; si quieres recuesta tu cabeza sobre mis hombros y llora, siente dolor y arrepentimiento por haberme ofendido; siente dolor porque, muchas veces, innumerables veces flagelaste mi Sagrado Cuerpo, traspasaste con lanzas de desamor mi agonizante Corazón; pero de nuevo te perdono, te declaro libre e inocente.
Mi Sagrado Corazón es tribunal y trono de la Divina Misericordia; el pecado causó en ti estragos, te hizo marioneta del demonio; el pecado te llevó a recorrer caminos amplios y espaciosos; pero supiste escuchar mi voz, supiste regresar a Mí como hijo pródigo. Por eso, déjate amar por Mí, deja que aplique en las heridas de tu corazón óleo bendito que brota de mis Sagradas Llagas; quiero restaurarte, quiero transformarte y renovarte plenamente. Estabas ciego y has vuelto a ver; estabas sordo y ahora puedes escucharme; estabas muerto, ahora has resucitado a una vida de gracia.
Mi Sagrado Corazón es tribunal y trono de la Divina Misericordia; muchos de tus supuestos amigos te han defraudado, te han vuelto sus espaldas; Yo jamás te separaré de Mí, siempre te acogeré, te trataré con amor. Sé que eres débil, pero evita caer en justificaciones; toma la decisión de ser santo, toma la decisión de ser apóstol de mi Sagrado Corazón, y comunica estas gracias que has recibido durante esta vigilia de reparación a todos tus hermanos, al mundo entero.
[APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN:
Amado Jesús mío, mi corazón salta de gozo, de júbilo, no puedo contener mis lágrimas; me has llamado siendo tan pecador; me has llamado aun permaneciendo tantos años alejado de Ti; me has llamado como hijo pródigo, he malgastado tu herencia, he malgastado muchos años de mi vida; me has llamado, me has seducido, Señor; por eso, heme aquí, en esta noche, queriendo resarcir mis errores; queriendo reivindicarme, porque tu Sagrado Corazón es tribunal y trono de la Divina Misericordia.
Compadécete de mí, llévame a caminar por los caminos angostos y pedregosos que me llevan al Cielo; si quieres descarga sobre mis hombros una parte del peso extenuante de tu Santa Cruz; quiero ser tu Cirineo, quiero llegar a ti como lo hizo María Magdalena; tu mirada de amor, de Misericordia derritió de amor su corazón; corazón resquebrajado, corazón herido, vacío; por eso, te suplico Misericordia.
¡Oh Jesús! Infinidad de veces te lastimé, te herí, te maltraté; infinidad de veces me hablaste y tus palabras rebotaron en la dureza de mi corazón y no te escuché, caminé como oveja perdida.
¡Oh Jesús!, tu Sagrado Corazón es tribunal y trono de la Divina Misericordia; heme aquí suplicándote perdón, no tengas en cuenta mis faltas; a partir de hoy quiero ser apóstol de tu Sagrado Corazón; apóstol que se esforzará por vivir en santidad y permanecer en estado de gracia; apóstol que reparará las injurias y ofensas proferidas por muchísimos de tus hijos.
FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.