Quiero adoctrinarte en la ciencia de la cruz

41 . Quiero adoctrinarte en la ciencia de la cruz

5 de Febrero de 2014.  Pachacámac,  Perú

En este día, te pido que prepares tu corazón y escribas todas las palabras que te diga, medita en mis lecciones de amor; solo quiero adoctrinarte, instruirte en la ciencia de la cruz; para eso te he llamado, para que me ayudes a cargar con una parte del peso extenuante de mi Santa Cruz; porque ando buscando por el mundo entero almas reparadoras, almas víctimas de mi Sagrado Corazón, almas que mengüen mi soledad en el Sagrario; almas que pregonen a toda la humanidad que mi Corazón es un océano infinito de amor y de Misericordia, por eso sosiega tu interior, aquieta tu espíritu, prepárate para aquel día grande en tu vida, tu consagración definitiva a Mí.

Todo en la vida es un proceso; mi pedagogía divina es una pedagogía que no violenta, no reprime, no coacciona; doy libertad a la criatura, libertad para que opte por el camino del bien o del mal, por el camino que lleva a la salvación y vida eterna o por el camino tortuoso que lleva a la condenación, a la desdicha.

Doy libertad para caminar tras las obras de la luz o de las tinieblas, para que los hombres opten por las cosas del Cielo o por las cosas de la tierra.

A ti te he llamado, te he consagrado desde el mismo instante en que te engendré, en el vientre de tu madre ya sabía tu nombre, conozco en plenitud todo el plan de amor que tengo trazado para ti, por eso vigila y ora porque siempre tendrás al enemigo que te merodea; el demonio no soporta las almas que obran de acuerdo a mi Divina Voluntad, y mucho menos a las almas consagradas, a las almas qué he sacado del mundo, las que he apartado de sus familias para ponerlas a mi entera disposición.

El demonio sabe que un alma consagrada se convierte en una estrella luminosa, en faro de luz que ilumina a los ciegos de espíritu. Un alma consagrada es una perla de cuantiosa suma, un alma consagrada atrae sobre sí y sobre su familia numerosas bendiciones.

Quiero en ti vida contemplativa, vida apartada del mundo, vida que te consuma como cirio que arde y se desgasta en mi presencia eucarística; quiero que seas un simple peregrino que transita por el mundo ansiando vivir en el Cielo.

Has de saber, hijo mío, que la vocación a la vida consagrada es una gracia divina, y tristemente no todas las almas se arman de valor, ni son generosas para responderme; el mundo las ata, la familia las subyuga, las cosas triviales las cautiva, y muchas de ellas creen encontrar la felicidad en el mundo; después, el vacío, la soledad, la amargura las lleva a una vida sin sentido, a una vida precaria. ¿Y qué hace Satanás? Se aprovecha de ellas, las sumerge en pozos fangosos de pecado.

Muchos que han sido llamados a una vocación celestial, como es la vida religiosa, no han sabido cortar con el cordón umbilical, y creen que desde afuera me prestan un mayor servicio, cuando todo lo dispongo para el bien de las almas.

Quiero que permanezcas en silencio durante estos días de desierto de amor en mi Sagrado Corazón, es la oportunidad para que me ames y te dejes amar por Mí, es la oportunidad para que abras tus oídos a mi voz, es la oportunidad para que me entregues tus sufrimientos, tus desolaciones, tus tentaciones; es la oportunidad para que descubras algunos misterios celestiales que solo revelo a los pequeños, es la oportunidad para que aclares tus dudas y comprendas que nada te ha llegado por casualidad, todo lo he dispuesto para ti porque te amo.

En este desierto de amor en mi Sagrado Corazón aprende a escuchar mi voz, serena tu espíritu y deja que el Espíritu Santo fluya sobre ti. Postrado o de rodillas, en mi presencia eucarística, te hablaré, así como le hablé un día a María, aquella mujer que enjugó con sus lágrimas mis pies y derramó sobre ellos un costoso perfume.

Sé dócil, no me pongas trabas, obstáculos, no dejes que la imaginación juegue contigo, no dejes que la turbación te aniquile, te destruya. Quiero darte varias lecciones de amor durante estos días de desierto, por eso, sé receptivo a mis palabras, no dudes ni un instante en escribir mis coloquios de amor contigo; porque no solamente te hablaré a ti, hablaré a todos los hombres, a todos los consagrados que con espíritu de fe tomen en sus manos el Diario Espiritual.

Por eso, la importancia de que este Diario Espiritual llegue a todos los rincones del mundo, aun a los lugares menos conocidos de la geografía universal; porque demostraré a los escépticos que estoy vivo. Mi lenguaje de amor ablandará la dureza de muchos corazones, hará derramar lágrimas a muchos de mis hijos, será la cura para muchas enfermedades del cuerpo y del alma. 

[Señor, quiero guardar en mi corazón tus palabras, quiero meditar en ellas; cómo no darte las gracias si me permites encontrarme Contigo en este día, si Tú mismo dirigirás este desierto de amor en tu Sagrado Corazón; tómame para Ti, arráncame del mundo, haz que mi único pensamiento seas Tú, que mi corazón vibre de amor sólo por Ti.

¿Qué quieres que haga, a dónde debo ir, cómo debo comportarme, Señor, para que todas mis acciones sean del total beneplácito para Ti? ¿Cómo debo ayudarte en la salvación de las almas? Quiero firmar un pacto de amor definitivo Contigo, por eso prepárame para mi consagración definitiva a Ti.]

Quiero que conserves vivo, en tú corazón, este desierto de amor, para que después de unos años, vuelvas tu mirada a mis palabras; experimentarás cómo tu amor por Mí se revive, desearás morir de amor, cerrar tus ojos en el mundo y abrirlos en la eternidad.

Pide las luces del Espíritu Santo, sumérgete en mi Corazón, e invoca la protección e intercesión de mi Madre; pídele a san José que te lleve a una vida interior profunda de oración, de sacrificio.

Por ahora, adórame en el Santísimo Sacramento; por ahora, quita de tu corazón cualquier preocupación; postra a los pies de mi cruz tus pensamientos, olvídate de todas las personas que tienes a tu alrededor; olvídate de tus problemas, a todo le daré solución, solo te pido que abras tu espíritu a una experiencia viva de amor Conmigo.

[Lo haré, Señor; con tu gracia, mi espíritu descansará en Ti; con tu gracia, mi corazón será purificado. Mi vida te pertenece, por lo tanto, haz conmigo lo que Tú quieras]

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2014 de la Comunidad de Siervos Reparadores.