Ven, adórame y alábame en el Sagrario
182. Ven, adórame y alábame en el Sagrario
29 de Enero de 2013 (2:35 p.m.)
Agustín, ven a nuestro lugar de encuentro; quiero perfumar tu corazón con mi fragancia; quiero hablarte al oído, seducirte; quiero llevarte a experimentar mi Amor.
Ven y mengua mi soledad en el Sagrario; permanezco, casi siempre, abandonado; entra por la puerta majestuosa de mi templo y háblame, ámame, adórame.
{Aquí estoy, Señor, postrado en tu presencia, uniendo mi espíritu a la adoración y alabanza de los santos ángeles.
Heme aquí, queriéndome llevar tu soledad; heme aquí, como cirio que arde y se consume en el Santísimo; heme aquí, ofreciéndote mi amor y mi adoración; gracias te doy, porque te has quedado en el tabernáculo hasta el fin de los fines.
Eres el Dios del Amor que ha cautivado mi corazón y eclipsado mis sentidos. }
Agustín, hay muchas Martas; pero yo busco Marías, almas contemplativas que me adoren en el Sagrario, almas que sientan arder su corazón de amor por Mí, almas que hacen de mi Sagrario un pedacito del cielo en la tierra.
Ven, adórame y alábame en el Sagrario; póstrate a mis pies y, como María Magdalena, llora tus pecados y repara tus culpas.
Quiero que seas centinela del Amor, custodio del Santísimo; ten cuidado de no caer en un activismo dañoso, Satanás quiere separar a las almas de Mí; muchas veces las ocupa en cosas, supuestamente buenas, para que descuiden la oración, para que no cumplan con el oficio de ángeles en la tierra.
{Jesús, quisiera suplir con mi amor la frialdad y tibieza de todos los hombres, quisiera convertirme en fuego para calentarte en los días fríos o en las noches lluviosas.
Despierta en mí fervor en la oración, suscita en mi corazón anhelos de ser tu esclavo de amor.
Acelera los latidos de mi corazón cuando me llames, cuando te sientas solo en el Sagrario; correré deprisa para encontrarme contigo y adorarte, porque eres Dios escondido en la Sagrada Hostia.}
FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.