Búscame en el silencio del Sagrario

343. Búscame en el silencio del Sagrario

2 de Agosto de 2013 (2:49 p.m.)

Hijo mío, búscame en el silencio del Sagrario; quiero hablarte al corazón, quiero derramar sobre ti lluvia de gracia, torrencial de misericordia.

Aléjate del ruido del mundo, mantén tus ojos abiertos para que no caigas en sus falsas seducciones, en sus placeres efímeros.

Alimenta tu espíritu con la oración; si no oras serás como planta que carece de agua, de luz y de oxígeno: se marchita y muere.

Conserva la pureza en tu corazón; no entro en un corazón manchado por el pecado, no habito en un corazón putrefacto por el mundo.

Hazte el propósito de ser santo, esfuérzate por alcanzar la virtud; si otros escalaron y alcanzaron perfección, ¿por qué no tú, si has abierto tu corazón a mi amor y a mi Misericordia?.

No malgastes el tiempo en cosas baladíes, aprovecha cada segundo, cada minuto, cada hora de tu vida para alabarme, glorificarme.

Mantén una estrecha relación de amor conmigo; tenme en cuenta en las decisiones más importantes de tu vida; no hagas nada sin consultarme tus proyectos, tu humildad me llevará a mostrarte el camino que has de seguir de acuerdo con mi Divina Voluntad.

Búscame en el Sagrario, me dejaré encontrar; allí rebosaré tu corazón de mi paz, allí sanaré tus heridas; allí sentirás alivio en tus penas y sufrimientos.

Sé silencioso, evita la palabrería; habla solo lo necesario. No malgastes tu tiempo en conversaciones inútiles, no perturbes el espíritu de las almas contemplativas.

Eleva tu mirada al Cielo, alábame por lo que tus ojos ven; he embellecido el firmamento para que te recrees.

Carga con la cruz de cada día con amor; no reniegues de la prueba, acepta el sufrimiento como medio para purificar tu corazón, perfumártelo con el nardo purísimo de mi celestial aroma.

Toda promesa cúmplela; sé leal con los votos hechos al altísimo. Una promesa, un voto cumplido puede llevarte a la salvación; una promesa, un voto no cumplido puede llevarte a la condenación, a la desdicha eterna.

Pide siempre la luz del Espíritu Santo, así caminarás por caminos de bonanza espiritual, no tropezarás así encuentres obstáculos.

Mortifica tus sentidos, experimenta mi libertad; huye a las riquezas del mundo, apetece los bienes del Cielo. Sé prudente, no confíes tus secretos, te los podrán descubrir; confíamelos a Mí que verteré en tu corazón derroche de amor y de ternura.

Trata a tus hermanos como quisieras que ellos te trataran a ti; no hieras de palabra, sé moderado en tu hablar, domina tus impulsos.

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.