Cautivo ante el libertador
383. Cautivo ante el libertador
1 de Octubre de 2013 (11:15 a.m.)
Hijo amado, has de saber que el pecado te ancla, te amarra. El pecado pone en tus tobillos, en tu cuello cadenas oxidadas de hierro y te impide caminar hacia Mí.
El pecado deforma tu alma, hace que de tu corazón salga un olor nauseabundo, mortecino. El pecado te desvía del camino que te lleva al Cielo y te lanza abruptamente al precipicio del infierno.
El pecado te lleva a trasgredir mis leyes, hieres mi agonizante Corazón, me crucificas de nuevo.
En esta vigilia de reparación pídeme que llegue a ti como el libertador de tu alma, pídeme que corte en tu vida espiritual ataduras, amarras, esclavitudes.
En esta vigilia de reparación pídeme que aligere tus pasos y te dé fuerzas para caminar solo en pos de Mí, para ofrecer tus sufrimientos en reparación por tus propios pecados y los pecados del mundo entero.
En esta vigilia de reparación llego a ti como el libertador que te saca de tu cautiverio, para que seas libre y emprendas un nuevo camino en tu vida.
En esta vigilia de reparación pídeme que descienda sobre ti lluvia de gracia, de bendición y gotas de mi Misericordia Divina penetrarán en tu corazón, llorarás al tomar conciencia de que muchas veces me heriste, me ofendiste, me lastimaste, sentirás dolor profundo por haber despreciado mi amor, mi ternura.
En esta vigilia de reparación pídeme que te saque de la esclavitud del pecado y una gracia sobrenatural depositaré en tu corazón valor, tenacidad para enfrentarte al enemigo y destruirlo. En esta vigilia de reparación llego a ti como el libertador que te libera del hombre viejo y te lleva a un nacimiento espiritual. Tu vida ha de ser Evangelio vivo, palabra encarnada, tu vida ha de ser testimonio para tus hermanos, para todos los hombres que desean amarme y seguirme.
¿Sabes, hijo mío? Te estaba esperando, esta es la hora en que experimentarás libertad, te he sacado del cautiverio en el que te encontrabas.
Esta es la hora para que bebas del agua viva y de la Sangre preciosa que brotan de la herida abierta de mi Sagrado Costado; esta es la hora para que te reconozcas pecador y hagas algo para la salvación de tu alma.
Toma la férrea decisión de abrazar la cruz, de no dejarte engañar y seducir por el espíritu del mal, de querer alcanzar el estado de perfección y de virtud que necesitas para ganarte el Cielo; esta es la hora en que como libertador te libero de tus culpas, de tus esclavitudes. A partir de esta noche proponte emprender el camino de la inmolación y de la reparación. Y si quieres, ofrécete como víctima de amor; te tomaré entre mis brazos y te ofreceré como ofrenda y holocausto a mi Padre eterno.
[APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN:
Oh, mi buen Jesús, cómo te he ofendido, cómo te he lastimado, mis pecados han sido lanzas de desamor y de ingratitud que han traspasado tu agonizante Corazón; mis pecados me han sumido en cautiverio, me han hecho esclavo de la carne, del mundo, del demonio.
Mis pecados han sido la causa para azotar con crueldad tu Cuerpo adorable cuando Tú has sido sumamente bueno y misericordioso conmigo. Mis pecados han teñido de oscuridad mi alma, me han llevado a la ingratitud, a despreciar las obras del Cielo. En este instante te pido, amante Jesús mío, que seas mi libertador, quita las cadenas y las amarras que me impiden llegar a Ti, dame la gracia de experimentar verdadera libertad de los hijos de Dios.
Hoy he comprendido que Tú eres el único que me puedes dar libertad, gozo al alma, inflamar mi corazón de tu paz, de tu amor y de tu Misericordia. En esta vigilia de reparación te pido, amante Jesús mío, que me liberes de mis pecados, deseo servirte con entera libertad, deseo reparar por mis pecados y los del mundo entero, deseo consolar tu agonizante Corazón.
En esta vigilia de reparación te pido humildemente que me sumerjas en el océano infinito de tu Misericordia y hagas de mí criatura nueva, apóstol de tu Sagrado Corazón que camine con esperanza y confianza de encontrar la libertad, el gozo de la vida eterna.
En esta vigilia de reparación te pido que como libertador ablandes la dureza de mi corazón y lo hagas sensible a tu voz, sensible a la acción del Espíritu Santo.
En esta vigilia de reparación te pido que como libertador me arranques definitivamente de las cosas del mundo, a ti solo quiero servir.
En esta vigilia de reparación concédeme el don de la fidelidad a tu palabra, a tu Evangelio; de buscar el sacramento de la confesión cuando por desgracia he caído y te haya ofendido.
En esta vigilia de reparación te pido por todos aquellos que se hayan cautivos por sus pecados, por todos aquellos que son esclavos del demonio, del mundo y de la carne.
Llega a ellos para que les liberes y les hagas florecer en la virtud, en la santidad.]
FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.