Criatura rebelde ante su Creador y su Juez
377. Criatura rebelde ante su Creador y su Juez
1 de Octubre de 2013 (8:03 a.m.)
Hijo mío, en esta noche quiero hablarte a tu corazón, si quieres mira mi presencia Eucarística y escucha como los latidos de mi Divino Corazón se aceleran ante tu presencia. En esta noche, te pido que hagas un examen de conciencia y evalúes tu vida y reconozcas todas aquellas veces en que fuiste rebelde a mis mandamientos, a mis leyes.
El mundo supo atraparte, desviarte del camino que te llevaba al Cielo; el pecado te sumergió en pozos de aguas putrefactas y mis rayos divinos se opacaron en tu alma; el pecado te llevó a una desobediencia, a una separación de Mí; el pecado te cegó y por eso no podías verme, no podías descubrirme en el cielo azul o en el cielo embellecido y tapizado de estrellas; el pecado puso tapones en tus oídos y no podías escuchar mis llamadas angustiosas, temía perderte, temía que fueses trofeo de Satanás y cayeses en las profundidades del infierno.
Tu rebeldía hacia Mí acrecentó los dolores internos a mi agonizante Corazón; tu rebeldía hacia Mí me crucificó de nuevo; tu rebeldía hacia Mí me llevó a experimentar una pasión mística. Pero hoy como justo juez te llamo; hoy como justo juez te pido que acudas al Sacramento de la Misericordia y a través del sacerdote te absolveré de tus pecados, a través del sacerdote purificaré tu corazón y torrentes de agua viva devolverán la luz y el brillo a tu alma.
Haz el firme propósito de vivir de acuerdo a mi Evangelio; las leyes inventadas por los hombres pueden perder tu alma. Haz que tu vida sea conforme a mis enseñanzas, a mi Palabra; no te desvíes ni a derecha ni a izquierda, camina con rectitud en la verdad y en la honestidad y disfrutarás del premio que te tengo prometido.
[APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN:
Amantísimo Jesús mío, te pido perdón porque no he sido sumamente obediente a tus leyes, a tus mandatos, mi rebeldía te ha llevado a un sufrimiento extremo, Tú siendo tan bueno y misericordioso conmigo; mi rebeldía me apartó de Ti, caí en las falsas seducciones del mundo; qué torpe he sido, te desprecié por ir en pos de placeres fugaces cuando la felicidad eres Tú; cuando Tú eres el único que puedes rebosar mi corazón de tu paz, de alegría, de regocijo.
Amantísimo Jesús mío, hoy me acerco a Ti como reo, me considero culpable de no haberte amado con toda mi alma, me considero culpable porque tu Evangelio y tu Palabra no eran directrices en mi vida.
Eres mi justo juez y hoy, de rodillas, te suplico perdón y misericordia.
Eres mi justo juez y hoy de nuevo te pido que me absuelvas de mis iniquidades y maldades, ya no quiero herir más tu agonizante Corazón, ya no quiero caminar en desobediencia a tus Santas Leyes, a tus Mandamientos Divinos, ya no quiero propiciar más heridas a tu Cuerpo Santísimo y más sufrimientos a tu adorable Corazón.
Heme aquí con mi corazón contrito y humillado; heme aquí pidiéndote nueva luz para mis ojos. Dame un corazón nuevo que sepa amarte, que sepa perdonar; dame un corazón nuevo que pierda totalmente el gusto por las cosas del mundo pero que sienta una apetencia y una atracción hacia los bienes del Cielo.
Corazón amantísimo de mi Jesús, en esta vigilia de reparación te entrego mis desvaríos, mis pecados; en esta vigilia de reparación te entrego toda mi vida para que seas Tú dirigiéndola, encaminándola hacia la consecución del sumo bien.
En esta vigilia de reparación te pido mil y mil veces perdón por mis rebeldías, por mi desobediencia a tus leyes, a tus mandatos divinos.
En esta noche como justo juez absuélveme de mis culpas y dame la fuerza que necesito para caminar en pos de Ti.
En esta noche te entrego y pido también tu misericordia para con todas aquellas criaturas que no te reconocen como al Creador, como al Justo Juez; atráelas a tu mansión de amor y despierta en ellas arrepentimiento y contrición de corazón.
FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.