Mi Misericordia jamás se acabará

375. Mi Misericordia jamás se acabará

28 de Septiembre de 2013 (12:07 p.m.) 

Escribe para mi diario espiritual, mi Misericordia jamás se acabará; por eso, me valgo de tu miseria para llegar al corazón de muchísimos de mis hijos.

Hoy, te pido que te consagres a mi Sagrado Corazón y me des todo el dominio sobre ti, toda la potestad para actuar en tu vida como quiera.

Entrégame tu voluntad, quiero dirigirte, guiarte por el camino estrecho que te lleva al Cielo.

Entrégame tu corazón; quiero que seas todo mío, quiero que tu amor por Mí sea un amor perfecto, sin condiciones.

Entrégame tus debilidades, tus miedos; te fortaleceré, te daré el coraje para que batalles sin temor a la derrota; el triunfo lo tienes por adelantado.

Entrégame toda tu vida, arrójate en mis brazos; quiero arrancarte definitivamente de las cosas del mundo y hacerte apóstol de mi Sagrado Corazón; por eso, lleva en tus manos el apostolado de reparación y comparte este, mi regalo del cielo con los corazones sencillos, con los pequeños.

¡Ora! No pierdas el tiempo en cosas baladíes, eleva tu espíritu al Cielo, une tu corazón al mío y embriágate de amor.

Trabaja para mi obra, sé como una hormiguita laboriosa; no te detengas, continúa la marcha; muchas almas no conocen de Mí, muchas almas se han desviado de camino.

¡Repara! Mi agonizante Corazón es ultrajado, el doloroso Corazón Inmaculado de mi Madre es herido; por tanto, aplica en nosotros bálsamo de amor, ungüento de ternura.

¡Esfuérzate en arrancar de tu corazón todo pecado! Vive en santidad, deja a un lado la mediocridad, el superficialismo; dedícate a estudiar las Sagradas Escrituras, y de esta manera conocerás más de Mí, te enamorarás de mi Evangelio.

Hazte el propósito de hacer historia; deja en cada corazón un toquecito de mi amor, un rayito de mi luz. No dejes las cosas a medias, inconclusas, termina todo lo que hayas empezado. Soy Dios de orden y, como tal, deseo dar perfección a tu alma.

Libérate de las esclavitudes; no más vicios, no más pecados; aspira a vivir como si fueras un ángel del Cielo descendido a la tierra, aspira a beber del agua viva que contiene mi Divino Corazón; aspira a ser mi cirineo, cargar con la cruz de cada día, aceptar y ofrecer el sufrimiento, la prueba.

Toma la férrea decisión de ser mensajero de mi Palabra; pide efusión del Espíritu Santo; alimenta tu espíritu con la oración, fortalece tu alma con la penitencia y marcha a los lugares donde te envíe; préstame tus labios para hablar por ti, préstame tus manos para socorrer a los necesitados, préstame tus pies para caminar tras las ovejas perdidas.

Quería hablarte, entretenerte con mis coloquios de amor; sé que necesitas de Mí; aún eres pequeño, algunas veces saltas como una cabra; por eso, mi mirada siempre está puesta en ti; tu santo ángel de la guarda está presto en ayudarte, en librarte de caer en peñascos o en abismos.

Este diario espiritual lo he escrito para ti; este diario espiritual es regalo que pongo en tus manos, porque te amo.

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.