Jesús en la cruz

409 . Jesús en la cruz

21 de Octubre de 2013 (10:49 a.m.) 

Hijo amado, apóstol de mi Sagrado Corazón, por fin me ha llegado la hora; mira mis manos y mis pies traspasados por grandes clavos; mira el estado tan ignominioso en que me tienen los hombres.

Por fin me ha llegado la hora de dar mi vida por ti y por la humanidad entera. Los pecados me han crucificado de nuevo; los pecados me han llevado a una profunda agonía, ayúdame en la salvación de las almas; haz sacrificios y crucifixiones de amor y embelleceré tu espíritu; haré tu alma radiante, daré mayor brillo a tus ojos, tu mirada será una mirada pura, limpia, despertaré tu corazón a la santidad, a la virtud.

Acércate a los pies de mi Santa Cruz, mi Madre te espera para abrazarte, para arroparte bajo los pliegues de su sagrado manto; mi fiel discípulo Juan te espera para embellecer tu corazón del candor, de la inocencia y pureza de los santos ángeles.

Ven, hijo amado, apóstol de mi Sagrado Corazón, y repara por tus pecados y los pecados del mundo entero; muchos de mis hijos me crucifican de nuevo. Ve y anúnciale al mundo entero que estoy vivo, que he resucitado, me encuentro en todos los Sagrarios de la tierra; ve, anúnciale al mundo entero que mi Sagrado Corazón es un océano infinito de Misericordia.

En esta vigilia de reparación, reconócete pecador y sé humilde; acude al tribunal de mi Misericordia, allí te trataré con compasión; allí arrasaré con las manchas de pecado y daré mayor luminosidad a tu corazón.

En esta vigilia de reparación, pide por todos los impíos, por todas las ovejas extraviadas que se han ausentado de mi redil.

Abraza mi cruz, adórame; abraza mi cruz, sé mi súbdito de amor; abraza mi cruz, medita en esta ciencia que te hará santo; abraza mi cruz e inmólate en holocausto de amor por la salvación de tu alma y del mundo entero.

[APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN:

Jesús, eres derroche de amor y de ternura; eres el Dios eterno que te has quedado en la Hostia Consagrada para no dejarnos solos, huérfanos; heme aquí con mi corazón contrito y humillado, heme aquí suplicándote perdón y misericordia; te he ofendido, he traspasado tu corazón con lanzas de desamor y de ingratitud. ¡ Cuán ciego be sido! Me dejé seducir por las cosas del mundo; te desprecié a Ti y te cambié por un placer del momento, por una alegría fugaz, pasajera, cuando Tú eres el único que puedes rebosar mi corazón de tu paz, de tu eterna presencia.

¡Oh Jesús! En esta vigilia de reparación, te pido perdón ya que mis maldades e iniquidades te llevaron a una nueva crucifixión; dame fuerzas para permanecer postrado a los pies de tu Santa Cruz; dame fuerzas para hacerle frente a la tentación, y con mi oración y sacrificio debilitar las fuerzas de Satanás.

En esta vigilia de reparación, despierta mi alma a la santidad; haz que camine siempre por la vía estrecha; quiero habitar en una de tus moradas, quiero unirme al coro de los santos ángeles. En esta vigilia de reparación, te entrego a todos los pecadores para que los sumerjas en las fuentes de tu Divino Corazón y los laves de todas sus iniquidades, Gracias, amantísimo Jesús mío, por una manifestación más de tu Misericordia: las vigilias de reparación. Concédeme la gracia de cumplir, durante nueve meses, con este tu ruego de amor; verdaderamente, una vigilia de reparación es la oportunidad que Tú me das para reparar por mis pecados y los pecados del mundo entero.

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.