La lanzada

410 . La lanzada

21 de Octubre de 2013 (4:27 p.m.) 

Hijo mío, descansa en mi regazo paterno, recuesta por unos minutos tu cabeza en mi pecho Santo; quiero que te embriagues de amor con los latidos de mi Sagrado Corazón, quiero que me sientas muy cercano a ti y te eclipses de amor. Siente mi aliento fresco, mi respiración. ¡Estoy vivo, he resucitado! Me he quedado en todos los tabernáculos del mundo entero pensando en ti y en todos los hombres.

Medita en la lanzada de mi sagrado costado, manantial de amor, fuente viva de Misericordia.

Sangre y agua brotaron de mi sagrado costado para purificar a todos los hombres de sus pecados.

Sangre y agua brotaron de mi sagrado costado para lavar la conciencia de todas las criaturas.

Sangre y agua brotaron de mi sagrado costado para derramar, sobre todos los hombres de todos los tiempos y culturas, efusión de gracia, derroche de amor, raudal de Misericordia.

Sumérgete en la herida abierta de mi sagrado costado; es el conducto directo para que llegues a mi Divino Corazón y descanses en él. Abandónate por entero en mi Divina Voluntad y haz lo mismo que hicieron todos los santos que ahora gozan de mi presencia en el Cielo: caminaron siempre por el camino angosto y pedregoso, supieron cargar con la cruz de cada día, se vencieron a sí mismos dando muerte al hombre viejo, vivieron de acuerdo a mi Evangelio, a mi palabra; fueron luz, testimonio de la verdad; amaron entrañablemente a mi Madre; fortalecían su espíritu por medio de la oración, el ayuno, la mortificación, la penitencia; no sabían vivir si no permanecían a mi lado; llevaron vida sacramental; su vida, una completa oblación.

Bendita lanza que perforó mi costado; bebe del agua viva de mi amor, nutre tu espíritu, robustece tu fe, no declines en el firme propósito que tienes de alcanzar la santidad; trabaja incesantemente por la salvación de tu alma; sé apóstol de mi Sagrado Corazón y pregona mis maravillas, anúnciale al mundo entero nuestro encuentro, la gran obra que he hecho en ti.

En esta vigilia de reparación, pide perdón y misericordia por la humanidad que camina aletargada, por la humanidad con otros intereses.

En esta vigilia de reparación, pide por todas aquellas almas que, conociéndome, se alejaron de Mí y decidieron caminar por los caminos amplios y espaciosos que llevan a la condenación; haz algunos sacrificios a favor de ellas; ofréceme algunas penitencias, quiero embellecer tu corazón; quiero irradiar con mi luz divina, tu alma.

En esta vigilia de reparación, intercede para que todos los pecadores vuelvan a Mí y beban del agua y de la Sangre que brotan de mi sagrado costado.

[APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN:

Jesús, mi delirio de amor, me llamaste, pronunciaste mi nombre, me sedujiste Señor; no encuentro palabras para agradecerte todo el amor que me prodigas.

Bendita noche en que Tú me hablas al corazón; bendita noche en que me has sacado de las cosas del mundo, de mis habituales ocupaciones y me has traído a tu mansión de amor; bendita noche en que tu luz divina ilumina mi conciencia y me llevas a descubrir mi pecado, mis maldades e iniquidades; bendita noche en que tu Sangre y agua penetran en mi corazón y me purifican, me liberan de toda atadura; bendita noche en que me has traído para consolar tu agonizante Corazón y reparar por mis propios pecados y los pecados del mundo entero.

Esta vigilia de reparación es una muestra más de tu Misericordia para con todos los hombres, y cómo no corresponderte con amor a tu extremado amor; cómo no hacer un pequeño sacrificio de permanecer en vela amándote por los que no te aman, adorándote por los que no te adoran y rindiéndote toda la gloria y la honra que como Dios te mereces.

Afortunado y privilegiado soy que habiendo tantos hombres en el mundo hayas puesto tu mirada de Misericordia en mí, por eso te pido perdón por todas las veces en que te haya ofendido; te pido perdón por haberme separado de Ti y haberme desviado del camino que me lleva al Cielo; te pido perdón porque caí sutilmente en los engaños de Satanás; te pido perdón porque no he sido el mejor de tus hijos. Enamórame aún más de Ti; átame al cordel de oro que sostiene tu sagrada túnica; no me sueltes porque sin Ti me perdería, caería en abismos profundos de los cuales no hay salida.

Reparo por todos los pecados de los hombres y te ofrezco este sacrificio y desvelo de amor como un tributo, como una manifestación del amor que te tengo.]

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.