La pasión perpetua del Corazón de Jesús

411 . La pasión perpetua del Corazón de Jesús

21 de Octubre de 2013 (4:40 p.m.) 

Hijo amado, medita en los dolores internos de mi agonizante Corazón; desde el instante de la encarnación hasta mi último suspiro, sufrí, padecí por amor.

Los hombres no han sabido corresponderme al gran amor que les tengo; los hombres me han tratado con desdén, con ingratitud, frialdad. Por eso, te pido a ti, apóstol de mi Sagrado Corazón, que repares los ultrajes, ofensas y traiciones que recibo de muchísimos de mis hijos. Déjame descansar en ti, no te duermas; pronto te dejaré ir, pronto podrás irte a conciliar el sueño; pero te irás gozoso, tu corazón rebosará de mi paz porque atendiste a mi llamada de Amor Divino.

Tu sacrificio y desvelo de amor te lo pagaré el día que estés cara a cara conmigo en el tribunal de mi Misericordia Divina. Tanto sufrimiento y agonía han experimentado mi agonizante Corazón.

Sufro porque muchos de mis hijos se han ausentado de mi redil como ovejas perdidas:

Sufro porque parece ser que el enemigo ha ganado la batalla cuando el bien siempre prevalecerá sobre el mal. 

Sufro porque muchos de mis hijos no viven mi Evangelio, mi palabra; viven de acuerdo a los dictámenes del mundo, buscan la felicidad en lo transitorio, en lo superfluo; carecen de espíritu de trascendencia.

Sufro porque muchos de mis hijos se venden al mejor postor; buscan insaciablemente el placer, la adquisición de bienes terrenales, la fama, el poder.

Sufro por la matanza de niños inocentes; niños mártires desde el vientre de sus madres.

Sufro por la desintegración familiar; tantas almas desunidas, azotadas por el flagelo de divorcio, el adulterio, uniones libres.

Sufro porque muchos de mis hijos caminan en tinieblas y en oscuridad

Hijo amado, apóstol de mi Sagrado Corazón, ofrécete en inmolación y holocausto; te tomaré entre mis brazos y te levantaré al Cielo para que mi Padre Eterno, desde lo alto, te bendiga. Haz la mejor de las reparaciones: conversión de corazón, conversión perfecta y transformante; mantente vigilante y despierto; porque el diablo te ronda, como león rugiente, queriéndote devorar, destruir.

Conságrate a mi Sagrado Corazón y haz el propósito de ser santo, de dejarlo todo por Mí, de vivir de acuerdo a mis enseñanzas y a las enseñanzas de la Santa Madre Iglesia; obedece al Santo Padre el papa, obedece a los obispos, a ellos les he delegado una gran misión: pastorear mi rebaño.

Acércate a la Tradición y Magisterio de la iglesia, no te desvíes ni a derecha ni a izquierda, mantente en la verdad.

[APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN:

Agobiado Jesús mío, me concediste la gracia de permanecer en vela en esta noche, de consolar tu agonizante Corazón y de reparar por mis pecados y los pecados del mundo entero.

Cómo no amarte, cómo no rendirte toda la gloria y la honra que Tú te mereces; cómo no desgastarme de amor por ti. Heme aquí dispuesto a obedecer a las órdenes de su amo, haz conmigo lo que Tú quieras, mi voluntad te pertenece.

Una vez más te pido perdón; como hijo pródigo vengo a ti suplicándote misericordia; como oveja descarriada me presento ante el divino Pastor para que sanes mis heridas, para que restaures mi corazón roto, resquebrajado.

Como apóstol de tu Sagrado Corazón, concédeme la gracia de una conversión perfecta y transformante, de vivir de acuerdo a tu Evangelio, a tu palabra y de seguir las directrices y enseñanzas de la Santa Madre Iglesia. Concédeme el don de discernimiento para no caer en los engaños del demonio y mantenerme firme en la verdad; fortalece mi espíritu en la tentación, no quiero herirte más; ya, por muchos años, el pecado me mantuvo separado de Ti; me has rescatado, me has liberado, has cortado en mí cadenas oxidadas que me esclavizaban y me impedían caminar tras de Ti.

Tu Sagrado Corazón es un oasis de amor, océano infinito de Misericordia; tu Sagrado Corazón es el asilo en el cual permaneceré a salvo; tu Sagrado Corazón es una mansión eterna de amor en la que puedo descansar, recrearme contigo; tu Sagrado Corazón es una fuente de agua viva que sacia mi sed ardiente de Ti; tu Sagrado Corazón es una guarida de amor en la cual puedo esconderme cuando me sienta en peligro, asediado por los espíritus del mal; tu Sagrado Corazón es un libro de oro en el que me enseñas, me instruyes y formas para ser apóstol de tu Sagrado Corazón aventajado en sabiduría.

Deseo conocerte, profundizar en tus divinos misterios. Ya no me pertenezco, soy tuyo, completamente tuyo.]

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.