Todo lo que empiezo lo llevo a feliz término

172. Todo lo que empiezo lo llevo a feliz término

27 de Enero de 2013 (3:50 p.m.) 

{Cuando hablaba con un Sacerdote, sentí que Jesús me llamaba.}
Hijo mío, te estaba esperando. Cuando se ama, las palabras sobran, la presencia basta.
Escribe para mi diario espiritual, que quiero hablar al corazón de mis hijos; tú préstame tu mano, sé mi lápiz desgastado; quiero que muchas almas se acerquen a Mí, que no crean que soy inalcanzable cuando me hago humano para que los hombres me sientan, me experimenten.
Agustín, todo lo sé de ti; no hay oculto que no lo conozca; por eso, muéstrate tal como eres; conserva la alegría, la jocosidad; recuerda el dicho popular: un santo triste es un triste santo.
Lleva una voz de consuelo a los atribulados, dales una palabra que alivie sus males.
Anda tras la oveja perdida y tráemela al redil de mi Divino Corazón, le quiero sanar sus heridas.
Entrégales mi diario espiritual a los que padecen enfermedades del cuerpo y del alma; quiero ser medicina que ponga fin a su sufrimiento, a su dolor.
{Señor, tú sabes de mis temores, de mis miedos; quisiera guardar este diario y dejarlo solo para mí, o para que la comunidad, que ahora empieza, se alimente de él.
Es que tengo temor a la crítica, a los juicios; porque algunos son mordaces, hablan de lo que no conocen.}
No prives a mis hijos de esta manifestación de amor; escóndete en mi Corazón, no te dejaré ver de los curiosos, de los que siembran cizaña.
Tú solamente haz lo que te pido, y tu alma experimentará gozo, paz. 
Hijo, ten cuidado de no desviarte del camino de mi Divina Voluntad, porque tu alma se perdería, tu corazón viviría en desazón, inquietud; ya sabes a lo que fuiste llamado, sé fiel a tu vocación, me darás gloria.
{No permitas, amado mío, que me separe de Ti; encadéname a tu corazón, dame la fuerza para cumplir con lo que Tú me pides.}
Cuando un alma se mueve en mi Divina Voluntad goza de paz, alegría; acepta las pruebas, supera las dificultades que se le van presentando en su camino; lucha y defiende lo que hace, no deja que nada ni nadie le separe de Mí.
Agustín; diste muchas vueltas, anduviste por muchos caminos antes de encontrarme. 
Hoy, que me he dejado hallar por ti, sé cauteloso en no perderme; cualquier falta que cometas es una herida a mi Corazón y, porque te amo, te cuido, te celo, alejo de ti amistades que te hagan daño, que te desvíen de mi camino.
{Tus palabras, Señor, son bálsamo de paz; tu misericordia no tiene límites, te has hecho pequeño, alcanzable para todos.
Lo que Tú dices, en este diario, no son palabras exclusivas para mí; son para todos lo que se acerquen a Ti con espíritu de fe, de humildad; gracias por ser Dios cercano a nosotros, y no lejano como muchos creen y piensan.}
Precisamente, pensando en todos vosotros, he escrito este diario espiritual como táctica del Cielo, para atraer a todos los hombres y extender el reinado de mi Sagrado Corazón en toda criatura.
Por eso, te pido que, cuantas veces te llame, vengas a la fuente de mi Misericordia que se halla en el Sagrario y escribas todo lo que te hable al corazón.
{Señor, dame fuerzas, porque me siento un poco cansado, confundido; aleja de mí las insidias del enemigo, porque le siento cerca y temo caer en sus redes, temo 
defraudarte.}
No te angusties, mantente en estado de gracia; lleva sobre tu cuello el Cristo de San Benito y una medalla de la Virgen Milagrosa; haz uso de los Sacramentales.
Guarda tus sentidos, conserva tu espíritu recogido y evita al máximo pecar; te daré la fuerza, mi obra no quedará inconclusa; estarás en mi presencia el día que hayas terminado tu misión en la tierra. Todo lo que empiezo lo llevo a feliz término.
{Jesús, mi delirio de amor, tus palabras me animan a proseguir la marcha, son bálsamo de paz para mi corazón inquieto; dame la seguridad que todo esto es tuyo; la duda me lleva a la agonía, al sufrimiento.}
¿Acaso te parece poco la obra que he hecho en ti, o es que consideras que tienes alma de poeta, de bohemio, de soñador? Conozco tus limitaciones, tu nivel cultural; no es tan elevado como para que crees una obra tan perfecta como esta; pídeme perdón y continúa el camino, conserva la humildad y vive el santo abandono.
{Perdón, Jesús mío, por herir tu Corazón; no soy merecedor en recibir tu amor y tu Misericordia; he comprendido que las dudas te lastiman; te pido, por favor, que trabajes en mi persona, mira lo imperfecto que soy.}

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.