Medita mis palabras y vívelas

223. Medita mis palabras y vívelas

27 de Marzo de 2013 (2:36 p.m.)

Te he llamado, he pronunciado tu nombre y te he traído para que mis palabras desciendan en lo profundo de tu corazón; y te purifiquen, te lleven a un cambio, a una renovación en tus pensamientos y en tu vida.

Cómo quisiera que hoy descubrieras, frente a tus ojos, el raudal de Misericordia que derramo sobre ti. Es que no he tenido en cuenta tus pecados, no he tenido en cuenta tu pasado. Todo, absolutamente todo, lo he borrado del libro de tu vida.

Recuerda aquel día, cuando me hice sentir y me dejé descubrir por ti. ¿Qué sentiste? Alegría, gozo, paz en tu corazón; desde aquel día, en que te salí en la mitad de tu camino, ya no eres el mismo, ya no eres la misma; mis palabras te sedujeron, mis palabras retumbaron en tus oídos e hicieron eco en tu corazón. Pero hoy, ten presente que así como sané a un leproso, hoy te he sanado a ti, he aplicado bálsamo sanador en tus heridas, he arrancado los enconos que llevabas muy en lo profundo de tu ser y he derramado algunas gotitas de mi Sangre preciosa para renovar tu corazón y llevarte a una transfiguración espiritual en tu vida.

Medita en mis palabras y vívelas, toma en tus manos este, mi diario espiritual, y estréchalo por unos segundos en tu corazón, y siente cómo los latidos de mi Corazón se confunden sin cesar con tus latidos; siénteme muy cercano a ti, no estás solo, yo estoy contigo porque te amo.

He muerto en una cruz para darte vida, he muerto en una cruz para condonar la deuda que un día contrajiste por el pecado.

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.