No estás solo, jamás me he separado de ti
401. No estás solo, jamás me he separado de ti
19 de Octubre de 2013 (11:44 a.m.)
Escucha cómo los latidos de mi Corazón se confunden sin cesar con los tuyos; percibe mi perfume, eclipsa tus sentidos y embriágate de amor; siénteme en lo profundo de tu corazón; reboso todo tu interior de mi paz, pálpame con el tacto de tu espíritu. No estás solo, jamás me he separado de ti; has sido tú el que te separaste, cuando tu corazón ardía en pasión por las cosas del mundo.
Has sido tú el que te ausentaste de mi casa como el hijo pródigo.
Has sido tú el que creíste encontrar la felicidad en los placeres fugaces, en las alegrías momentáneas.
Has sido tú el que depositaste tu confianza en tus supuestos amigos.
Has sido tú el que ingenuamente te dejaste engañar, fuiste arrancado del jardín de mi Sagrado Corazón.
Has sido tú el que malgastaste algunos años de tu vida en fiestas; tu mirada y tu corazón estaban puestos en los bienes terrenales.
Has sido tú el que muchas veces pasaste de largo por un templo.
Has sido tú el que dejaste de comer el alimento que te da salvación y vida eterna y comiste de las sobras y migajas del mundo. Pero no importa, ya he pagado tu deuda, he muerto en la cruz pos amor a ti.
No importa, has vuelto a Mí, sentiste la necesidad de Dios; tus vacíos, tu soledad, el sin sentido en tu vida te llevó a caminar tras mis huellas. Pero no importa que muchas veces me hayas herido y ofendido. Lo verdaderamente importante es lo que sientes en este instante, en este momento. Lo verdaderamente importante es que me has descubierto, sabes el lugar en el que vivo.
FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.