Demuéstrame que me amas

286. Demuéstrame que me amas

4 de Junio de 2013 (10:30 a.m.) 

Agustín, déjame actuar en ti; permíteme que cada día te pula y te haga más perfecto; porque no quiero en ti manchas o arrugas que afeen tu corazón.

Ora y repara por todos los pecadores; ellos deben volver a Mí, ellos deben acogerse a mi Misericordia; porque, de lo contrario, sus almas se perderían.

Haz muchos actos de amor; demuéstrame lo mucho que me dices que me amas, haz que mi presencia se note y se perciba en ti. 

[¿ Pero cómo, Señor?]

Dejando que mi gracia entre en ti, permitiéndome actuar en tu vida según mi Divina Voluntad, blanqueando tu corazón en los ríos de agua viva, comportándote como si fueras un ángel en la tierra.

[Jesús, quiero asemejarme a Ti; pero sé que aún hay muchas cosas en mi vida que no han dado muerte al hombre viejo. Hoy te pido que transformes mi ser y me hagas criatura nueva.]

Bien lo has dicho; todavía, en tu corazón, hay mucho olor de mundo; aún hay vestigios de pecado. Pero espero que mis palabras no te desanimen, necesitas que te hable de esta manera para que empieces un cambio; es que quiero que seas santo, quiero que te comportes como hijo de la luz.

[Gracias, Señor, por mostrarme mis imperfecciones, por alentarme a trabajar arduamente en la virtud. Solo con tu ayuda podré superarme; podré exterminar, de una vez por todas, al hombre viejo que aún hay en mí.]

Hijo, la virtud no se alcanza de un día para otro; necesitas de esfuerzo diario, resistencia a tu espíritu indómito, sacrificios para superar tus faltas.

Pero ya sabes que no estás solo, pídeme ayuda cuando sientas que ya no puedes más.

[Tus palabras son bálsamo de paz, tus palabras son espadas de doble filo que cercenan mi alma y traspasan mi corazón; tus palabras son oxígeno, aire puro. Gracias, porque estás muy cercano a mí; gracias, porque, a través de este diario espiritual, muchos de mis hermanos comprenderán que estás vivo; que tu Amor y Misericordia se derraman, como fuerte aguacero, en los corazones puros, en las almas sencillas.]

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.