Quiero despertar en ti deseos de santidad

432 . Quiero despertar en ti deseos de santidad

21 de Noviembre de 2013

Hijo, quiero hablarte por medio de mi diario espiritual; quiero despertar en ti deseos de santidad; quiero llevarte por el camino angosto que te lleva al Cielo.

Hoy, has dejado todo por Mí; cómo no pagarte el ciento por uno.

Hoy, sentiste en tu corazón el anhelo de vivir una experiencia de amor a solas conmigo; y hoy te brindo la oportunidad de vivir un desierto de amor en mi Sagrado Corazón; desierto en el que tu corazón rebosará de mi paz; desierto en el que, por unos momentos, no podrás contener las lágrimas; porque sentirás mi Misericordia derramada sobre ti como lluvia suave, como viento ligero. Por eso, te pido silencio interior y exterior; porque, ¿ cómo pretendes escuchar mi voz si hay inquietud y turbación en tu corazón? Solo pídeme que aquiete tu interior, solo pídeme que te conceda la gracia de sentirme y una oleada descendida del Cielo te hará estremecer de amor. 

En este desierto de amor, en mi Sagrado Corazón, empieza a caminar con el pie derecho; ve y búscame en el Sagrario; arrodíllate a mis pies y dime que me amas; pídeme que te muestre un camino de rosas, pídeme que te dé apertura de espíritu y después búscame en el confesionario, tribunal de mi Misericordia Divina; allí perdonaré todos tus pecados, allí blanquearé tu alma; allí daré brillo, luminosidad a tu espíritu.

En este desierto de amor, en mi Sagrado Corazón, te pido que purifiques tu alma, que saques de tu corazón todas las cosas que no me dan gloria; quizás te preguntarás: ¿de qué manera, Señor? Y de inmediato te respondo: haz una lista de tus debilidades, de tus defectos que en ciertas circunstancias de tu vida afloran; enumera, con sinceridad de corazón, todas aquellas situaciones de hombre viejo que aún no han muerto en ti; pero sé sincero, no te engañes a ti mismo; tú sabes que de ti, lo sé todo; conozco el estado real en que te encuentras.

En este desierto de amor, en mi Sagrado Corazón, haz el firme propósito de alcanzar la conversión perfecta y transformante; conversión que solo alcanzarás si te abandonas plenamente; conversión que solo alcanzarás si me pides auxilio divino. Ya no puedes seguir siendo el mismo; toma conciencia que algún día te llamaré, algún día cerraras los ojos en la tierra para abrirlos en el Cielo.

En este desierto de amor, en mi Sagrado Corazón, quiero que plasmes por escrito tus sentimientos, tus emociones. ¿Qué quieres que haga por ti?

¿Adónde quieres llegar? ¿Estás dispuesto a asumir las consecuencias de tu llamada, de tu vocación?

Vocación que te debe llevar a comportante como un ángel descendido del Cielo; vocación que hará de ti un ser angelical.

En este desierto de amor, en mi Sagrado Corazón, permíteme obrar en ti; ve y búscame en un lugar solitario, recréate con la naturaleza; por momentos eleva tu mirada hacia el firmamento y contempla mi grandeza; por momentos fija tu mirada en una flor, un pájaro, en una mariposa; las he creado pensando en ti; por momentos palpa la hierba, los árboles; por momentos huele el césped verde, no puedes perder el encanto y la fascinación; todo lo he creado por amor a ti, pensando en ti.

En este desierto de amor, en mi Sagrado Corazón, te pido que te encuentres a solas conmigo; lleva en tus manos lápiz y papel, no importa que se riegue la tinta por tus lágrimas, ya ha llegado el momento de escucharme, de vaciar tu corazón; te ha llegado el momento de experimentar mis besos y abrazos.

En este desierto de amor, en mi Sagrado Corazón, sube a lo alto de la montaña; quiero transformar todo tu ser, darte a probar de lo que es la verdadera libertad; y allí, en lo alto de la montaña, escúchame, siénteme; allí, en lo alto de la montaña, reconócete pecador, necesitado de mi Misericordia; allí, en lo alto de la montaña, haz una evaluación seria de lo que ha sido tu vida hasta el día de hoy; pero deja memoria, escribe sin parar; porque después volverás tu mirada a estos escritos y comprenderás la grandeza de mi Amor.

Recuerda que te he traído para que vivas un desierto de amor en mi Sagrado Corazón; desierto que no olvidarás, desierto que quedará impreso en tus recuerdos, desierto que llevarás escrito con letras de oro en tu alma.

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.