Ten en cuenta que el miedo no viene de Mí

434 . Ten en cuenta que el miedo no viene de Mí

24 de Noviembre de 2013 (10:22 a.m.)

¡Ah! Si supieras todas las gracias que derramaré en las almas por medio de este mi diario espiritual, caerías de rodillas y rezarías con tus brazos en cruz; pero no te las comunico todas porque te asustarías, harías lo mismo que Jonás, te esconde-rías; por eso, sé siempre humilde, pasa desapercibido frente a los ojos del mundo; solo sé apóstol de mi Sagrado Corazón, como lo fue un día Santa Margarita María de Alacoque; solo sé mi mensajero, portavoz del Cielo en la tierra.

Este diario espiritual es una herencia para todas las siervas y siervos reparadores de los Sagrados Corazones; también lo he escrito para toda la humanidad; hoy no lo entiendes, mañana lo comprenderás de una manera más clara; por ahora, préstame tu corazón para hablarte; por ahora, préstame tus manos para plasmar por escrito mis lecciones de amor.

Hijo, déjate guiar y conducir por los caminos que debes andar; no dejes que el miedo paralice mi obra, no dejes que el miedo te desvíe del camino que te lleva al Cielo. Ten en cuenta que el miedo no proviene de Mí; el miedo es una astucia de Satanás para entorpecer y obstaculizar los planes que tengo trazados en tu vida; sé valiente, ármate de coraje y enfréntate con la oración y la penitencia; destrúyelo, aniquílalo porque habito en tu corazón. Por eso, no tengas miedo; el miedo te debilita, te lleva a la turbación; el miedo te lleva a tomar decisiones catastróficas en tu vida; el miedo de roba la paz de tu corazón; el miedo te ahoga, te asfixia; el miedo te lleva a la inseguridad, te hace vulnerable.

Como apóstol de mi Sagrado Corazón debes ser aguerrido, parecerte a un soldado que sale al campo de batalla y derrota al enemigo. Como apóstol de mi Sagrado Corazón, lleva contigo el apostolado de reparación y comparte este regalo de amor con tus hermanos. La reparación es una urgencia, una necesidad para este tiempo; la reparación atraerá los rayos de mi Misericordia sobre todos los pecadores, los pecadores más empedernidos y endurecidos a mi amor.

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.