Sumérgete en mi Corazón, alábame y adórame

274. Sumérgete en mi Corazón, alábame y adórame

18 de Mayo de 2013 (5:15 a.m.) 

Hijo mío, sumérgete en mi Corazón; alábame y adórame, porque soy desconocido por muchos hombres, y otros conociéndome me tienen en el olvido.

Por eso, no te canses de hablar de Mí, de contar las maravillas que he hecho en ti; de hablar de mi Misericordia, porque quiero atraer a mis hijos por amor y no por temor.

Ármate de valor y difunde, en todas las fronteras del mundo, el apostolado de reparación; apostolado tan necesario en mi Iglesia, apostolado urgente para el tiempo que estás viviendo; porque el pecado es la epidemia mortal de este siglo, que está llevando a la condenación eterna a muchísimas almas.

Como apóstol de la reparación no te quedes quieto; ve a todos los lugares, hasta a los más alejados, que yo te protegeré.

{Señor, dame la fuerza necesaria que necesito para cumplir con la misión que Tú me has dado; porque, por momentos, siento desfallecer; algunas veces creo que no podré cumplirte.

Pon palabras en mis labios para hablar de Ti, quisiera que todos los hombres te conocieran y te amaran; facilita todos los medios necesarios para que el apostolado de reparación llegue a todas las partes del mundo, porque yo solamente soy siervo inútil, que a pesar de mi torpeza te quiero glorificar, exaltar tu nombre.}

Hijo, no te preocupes, que yo mismo me encargaré de hacer llegar, a todos los lugares del mundo, el apostolado de reparación; tú solamente préstame tus manos, tus pies y tu voz que yo hablaré por ti, ablandaré los corazones más endurecidos a mi amor, atraeré a los pecadores más empedernidos y les llevaré a una conversión de corazón.

{Jesús amado, en verdad Tú mismo estás suscitando en el corazón de tus hijos el deseo de editar el apostolado de reparación en distintos países.

Ayer alegraste mi corazón, a través de tu hijo J.B. en España, cuando me dijo que sacaría 10.000 libros en papel biblia. Solo Tú puedes hacer esto; Señor, gracias por tu bondad, por tu misericordia.}

España necesita volver a Mí; allí, muchos de mis hijos flagelan con crueldad mi Cuerpo santísimo; el pecado, como huracán violento, está llevando a los abismos de la perdición a infinidad de almas.

Por eso, la importancia de reparar; los habitantes de este país, al igual que todos los países del mundo entero, deben arrodillarse frente a Mí y suplicarme perdón y misericordia.

{Señor, al igual que España, en México, Bolivia, Perú y Ecuador personas generosas quieren editar el libro; esto me alegra, en medio del sufrimiento y el dolor que me han causado algunos sacerdotes y personas que no entienden ni comprenden lo que estoy viviendo contigo.}

La persecución y la incomprensión es el pago a todo el bien que has hecho; necesitas sufrir y padecer más, porque quiero purificar tu corazón y elevar tu espíritu a un alto grado de virtud.

Por tanto, no te aflijas, agradéceme y ora por estas almas que aún no han recibido mi luz.

Todas las almas que acojan, con amor y humildad de corazón, el apostolado de reparación y lo propaguen serán bendecidas por Mí en esta vida y después en la eternidad. 

{Mi tierno Jesús, tus palabras despiertan mi espíritu a sufrir y a padecer más por Ti; dame la fuerza, porque soy débil y el miedo me hace tambalear. } 

Si confías más en Mí, tú mismo te asombrarás de la fortaleza con que serás revestido. Te pido que seas fiel a mi palabra y a las lecciones de amor que el Cielo te ha transmitido.

{No encuentro palabras para agradecerte todo el bien que haces a mi alma; gracias por tu llamada, gracias porque me sacaste del fango del pecado y me sumergiste en manantiales de agua viva.}

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.