Yo soy el que decido sobre tu vida

267. Yo soy el que decido sobre tu vida

8 de Mayo de 2013 (1:24 p.m.) 

Hijo mío, por ti morí en una cruz y me hice reo de amor para darte salvación y vida eterna.

Deja que la tempestad se calme, los rayos del sol alumbrarán de nuevo sobre ti; no te preocupes tanto por el mañana, a cada día le basta su propio afán.

Yo soy el que decido sobre tu vida; a ti solamente te compete obedecer, desgastarte en la obra que te he llamado. Lo que es de Dios permanece, perdura por más enemigos que la quieran destruir; mientras que las obras de los hombres se evaporan, se diluyen como espuma entre las manos.

Ora, para que fortalezcas tu espíritu y aguantes la prueba. Ten en cuenta que los profetas y algunos santos fueron perseguidos, calumniados, apedreados; pero se mantuvieron firmes en la fe, vencieron miedos, superaron obstáculos y continuaron la marcha hacia la patria celestial.

{Jesús, tus palabras me animan a amarte más, a no rendirme en la mitad del camino, a batallar seguro de alcanzar la victoria.

Toma mis debilidades y hazme fuerte porque hay momentos en los que me siento incapaz, el miedo me amilana, me hace tambalear; por eso te pido que no te apartes de mi lado, que jamás te separes de mí porque me perdería.}

Hijo mío: cómo dejarte solo si eres como un niño que necesitas de mis cuidados, además te llamé y te elegí para que seas mi mensajero en la tierra y como tal necesito prepararte, concederte todas las gracias que necesitas para el ejercicio de tu misión.

Ora y persevera, porque aún te falta mucho camino por recorrer, eres incipiente en las cosas de Dios, por eso debo pulirte, tallarte para hacer de ti mi obra perfecta. Hoy quiero que me entregues tus dudas, tus preocupaciones; no permitas que el temor entre en tu corazón, Satanás quiere paralizarte, confundirte, por eso mantente aferrado a Mí, no te separes de los pies de mi Santa Cruz que juntos venceremos.

{Cómo separarme de Ti, si eres la razón por la que vivo; el día que Tú me faltaras me moriría de tristeza, porque Tú has robado mi corazón, mis pensamientos.

Heme aquí dispuesto a hacer en todo tu Divina Voluntad; dame el discernimiento que necesito para identificar al demonio disfrazado de ángel de luz, dame el coraje para batallar y llevar tu mensaje a todos los rincones de la tierra.}

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.