Abre tu corazón para depositar Mis gracias en lo profundo de tu ser
418 . Abre tu corazón para depositar Mis gracias en lo profundo de tu ser
24 de Octubre de 2013 (10:49 a.m.)
En este día, te pido que abras tu corazón para depositar mis gracias en lo profundo de tu ser; en este día, te pido que te acerques a Mí y escuches los latidos de mi Sagrado Corazón; estoy vivo, he resucitado; en este día, quiero darte a degustar las delicias del Cielo. Por eso, te he invitado, he pronunciado tu nombre, no estás por casualidad; este mi libro, este diario espiritual, lo he escrito para ti; abre tus oídos a mi voz y pide que el fuego del Espíritu Santo descienda sobre ti con imponencia, con fuerza; pídeme que te regale un corazón de niño, un corazón que no racionalice nada, un corazón humilde, puro, sencillo. Por eso, predispón tu espíritu para este desierto de amor en mi Sagrado Corazón; predispón tu alma, deseo elevar tus sentidos en contemplación, en oración profunda.
En este desierto de amor, en mi Sagrado Corazón, abalánzate en mis brazos y dime que sin Mi te mueres de melancolía, de tedio.
En este desierto de amor, en mi Sagrado Corazón, dime que me necesitas, dime que sin Mí te sentirías como una barca a punto de naufragar.
En este desierto de amor, en mi Sagrado Corazón, considérate impotente, inútil si no me tienes a tu lado.
En este desierto de amor, en mi Sagrado Corazón, quiero tomar tus imperfecciones, tus debilidades para que seas santo.
En este desierto de amor, en mi Sagrado Corazón, quiero darte unos consejos para que crezcas en virtud
Hijo mío, como apóstol de mi Sagrado Corazón, debes conservarte en estado de gracia; evita todo pecado, hasta las faltas más leves hieren mi Corazón.
Como apóstol de mi Sagrado Corazón, trabaja la virtud del silencio; cómo pretendes escucharme cuando hablas de manera desmesurada, cuando tu corazón se encuentra inquieto, cuando tu espíritu está agitado.
Como apóstol de mi Sagrado Corazón, debes aprender a sobrellevar las cruces de la vida; ofréceme tus sufrimientos, las incomprensiones.
Como apóstol de mi Sagrado Corazón, debes marchar siempre por el camino angosto que te lleva al Cielo; haz sacrificios de amor, ofréceme pequeñas mortificaciones y penitencias; acicalaré tu espíritu, embelleceré tu alma, perfumaré tu corazón con la fragancia de los santos ángeles.
Como apóstol de mi Sagrado Corazón, mantén tu espíritu dispuesto a la oración; si no oras perecerás, caerás en las garras de Satanás; si no oras serás como una planta a la que le falta el aire, el agua, la luz; si no oras abres las puertas a la tentación y el pecado te destrozará, te separará de Mí.
Como apóstol de mi Sagrado Corazón, mantente vigilante, despierto; recuerda que el diablo anda, como león rugiente, queriéndote devorar.
Hijo amado, en este desierto de amor en mi Sagrado Corazón, entrégame tus limitaciones, tus miserias; háblame con sinceridad y exprésame tus temores, tus miedos; recuerda que no estás solo, el manto de mi Misericordia Divina ha sido puesto sobre ti; mi Sagrado Corazón es lugar de descanso, hospedería para todas las almas; mi Sagrado Corazón es refugio para cuando te sientas solo, inquieto, para cuando te sientas hostigado, asediado por el enemigo.
Búscame en el Sagrario, allí me dejaré encontrar por ti; búscame en el Sagrario, allí te hablaré al corazón; búscame en el Sagrario, allí te haré sentir dolor por tus pecados.
Este desierto de amor, en mi Sagrado Corazón, elevará tu alma a la santidad, llevará tu espíritu a contemplar mis misterios. Por eso, vasallo de mi amor, haz una lista de todos los defectos que empañan mi Luz Divina; haz una lista de los obstáculos que impiden abandonarte por entero en mi Divina Voluntad.
En este desierto de amor, en mi Sagrado Corazón, haz un programa de vida; programa que te lleve a alcanzar metas espirituales, programa que una tu corazón al mío.
En este desierto de amor, en mi Sagrado Corazón, haz una evaluación de tu vida, y Yo derramaré sobre ti lluvia de amor y de Misericordia. Sé humilde, reconoce tus defectos e imperfecciones, pero haz el esfuerzo de empezar, desde este mismo instante, un proceso de conversión perfecta y transformante.
En este desierto de amor, en mi Sagrado Corazón, déjate acariciar por el viento suave, admírate del canto de los pájaros, extasíate con la inmensidad del firmamento azul.
En este desierto de amor, en mi Sagrado Corazón, haz el propósito y toma la firme resolución de reparar por tus pecados y los pecados del mundo entero; recuerda que en la vida espiritual nada es casualidad, no existen las coincidencias, todo lo he permitido porque te amo.
FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.