Mi Sagrado Corazón es lugar de retiro y de refugio

415 . Mi Sagrado Corazón es lugar de retiro y de refugio

22 de Octubre de 2013 (11:47 a.m.)

Hijo mío, en esta noche te doy la oportunidad para que hables conmigo y serenes tu espíritu; no té guardes nada, saca de tu corazón tus aflicciones, tus tristezas; entrégame tus enfermedades, tus pecados, algo grande obraré en ti. Mantente en vela y repara por las ofensas y traiciones que recibo de muchísimos de mis hijos; no te sientas solo, yo estoy contigo; no sientas miedo, mi Sagrado Corazón es lugar de retiro y de refugio; cuando te sientas cansado, angustiado, abrumado por los problemas de la vida, ven hacia Mí que yo aligeraré tus cargas; cuando sientas la necesidad de silencio y de soledad, cuando te sientas aturdido por el ruido del mundo, ven a Mí que mi presencia será descanso a tu corazón y desahogo a tu alma.

Toma la decisión de sacar de tu corazón todo sentimiento de rencor, de ira, todo pecado que hiere mi agonizante Corazón; toma la decisión de perdonar de corazón y de humillarte, si fuese posible, frente a todos aquellos que hayas ofendido.

Toma la decisión de salirte de las cosas del mundo y comportarte como si fueses un ángel del Cielo descendido a la tierra.

Toma la decisión de no pecar más, de buscar la santidad y practicar heroicamente la virtud.

Toma la decisión de llevar vida sacramental y de amar profundamente mi Iglesia, de profundizar en las Sagradas Escrituras, en la Tradición y en el Magisterio de la Iglesia.

Toma la decisión de ser apóstol de mi Sagrado Corazón y reparar las injurias, ingratitudes con que muchos de mis hijos me ofenden, me lastiman. 

Mi Sagrado Corazón es lugar de retiro y de refugio, sumérgete en su profundidad y te sentirás arropado por el fuego de mi Amor Divino; sentirás tu corazón rebosado de mi paz, pensarás que morirás de amor y no podrás contener tus lágrimas porque te sentirás amado, perdonado.

[APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN:

Mi delirio de amor, esta es la oportunidad que Tú me concedes para pedirte perdón y llorar de pena; porque muchísimas veces te he ofendido, te he lastimado. Esta es la oportunidad que Tú me concedes para empezar de nuevo; ya no quiero estar inmerso en las cosas del mundo, quiero trabajar para Ti. Te entrego mi miseria y mi nada, te entrego mi propia voluntad para que Tú hagas conmigo lo que Tú quieras. Esta es la oportunidad que Tú me concedes para encontrarme a solas contigo en el Sagrario y firmar, en tu presencia, un pacto de amor, buscar los medios para ser santo, mortificar mis sentidos y caminar por la vía de la mortificación y de la penitencia.

Amantísimo Jesús mío, te pido mil y mil veces perdón, porque mis pecados me han separado de Ti; solo hoy he comprendido que aún me falta mucho camino por recorrer; que aún hay mucho de hombre viejo dentro de mí; por eso, ayúdame, libérame de mis esclavitudes y dame la gracia de entrar en lo profundo de tu Sagrado Corazón y de refugiarme en Ti; temo perderme, temo de nuevo volver al vómito de mis pecados. Átame, encadéname a tu Sagrado Corazón y con el fuego de tu Amor Divino haz cenizas mis pecados, maldades e iniquidades.]

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.