Quiero que seas rico espiritual

426 . Quiero que seas rico espiritual

10 de Noviembre de 2013 (6:36 p.m.)

Hijo amado, tengo algo que decirte. Abre tus oídos, deja que mis palabras empapen la aridez de tu corazón.

Déjame, en este mismo instante, sembrar en tu interior una semilla, la semilla de la esperanza para que no pierdas la ilusión de vivir. Debes encontrarle sentido a tu vida; si aún no has descubierto la dirección y el rumbo que debes tomar de acuerdo a mi Divina Voluntad, pídeme que te muestre el camino, y el sol desprenderá sus rayos de luz, la luna iluminara tu sendero, las estrellas embellecerán el firmamento.

Este desierto de amor es una experiencia que te enriquece espiritualmente; por eso, no te dejes robar las gracias que quiero concederte. Entrégame tus pensamientos, entrégame tu imaginación; entrégame tu corazón para yo verter sorbos de mi paz, darte la serenidad que necesitas.

En este desierto de amor quiero abrirte el libro de mi Sagrado Corazón; mira cómo está escrito tu nombre en letras de oro; ya te había elegido desde antes de nacer; ya te había consagrado para que fueses apóstol de mi Sagrado Corazón. Voltea cada página y escudriña mis misterios divinos; quiero revelarte toda la ciencia del Cielo para que seas santo; quiero tomar tus imperfecciones, tus debilidades y darte las herramientas que necesitas para que crezcas en virtud.

En este desierto de amor quiero descubrirte tesoros de cuantiosa suma para que te hagas rico; no con la riqueza que da el mundo, que es transitoria, efímera; hoy tienes, mañana puedes carecer de todo. De la riqueza que te hablo es de la riqueza espiritual, los bienes espirituales que te abren las puertas y compuertas del Cielo.

Hijo mío, poseer bienes materiales no es poseer la felicidad completa. Conocer de Mí, dejar la vida de pecado, buscar la santidad y el querer alcanzar la conversión perfecta y transformante, eso sí que os hace plenos, eso sí que ha rebosado y colmado el corazón de muchísimos de mis hijos.

En este desierto de amor acércate y bebe en las fuentes de mi Divino Corazón; quiero purificar tu interior, quiero arrasar con todo lastre de pecado, con cualquier olor a mundo; deja ya de tambalear, deja ya tus miedos, hazte fuerte; si quieres firma un pacto de amor, el Cielo será testigo.

Hazte apóstol de mi Sagrado Corazón y camina por el camino estrecho que te lleva al Cielo; abraza la cruz de cada día, ofréceme tus sufrimientos, tus enfermedades, las incomprensiones con el prójimo; ofréceme tu vida como holocausto de amor.

Hazte apóstol de mi Sagrado Corazón y toma la firme decisión de ser santo, lleva vida angélica, lleva vida sacramental; déjate arropar bajo el manto celestial de mi Madre.

Hazte apóstol de mi Sagrado Corazón y corta ya, de raíz, con el pecado; aléjate de las cosas del mundo porque puedes perderte, puedes caer en los engaños y seducciones del demonio.

Hazte apóstol de mi Sagrado Corazón, indaga y pregúntame sobre la misión a la cual has sido predestinado; te hablaré al corazón, seré faro de luz descendido del Cielo.

Hazte apóstol de mi Sagrado Corazón y busca alcanzar vida de perfección; no te comportes como los que son del mundo, lleva vida angélica.

¡Ah! Ya conoces de Mí, me he dejado encontrar por ti. ¿Por qué experimentar miedo, duda, indecisión, sabiendo que ya te he elegido, sabiendo que deseo hacerte pescador de hombres? ¿Por qué pensar tanto en tu familia, en las personas que amas, cuando algún día tienes que tomar una decisión seria e importante en tu vida?

Recuerda que hay que dejar padres, hermanos, trabajo, bienes materiales, para seguirme. ¿Y cómo te pagaré? Dándote salvación y vida eterna.

Hazte apóstol de mi Sagrado Corazón, edifica tu vida en roca firme para que así no te tambalees de un lado para otro o seas lanzado al precipicio; aumenta tu fe, cree en Mí; camina en la rectitud y en la verdad.

Hazte apóstol de mi Sagrado Corazón, trabaja en la adquisición de la virtud y no mires hacia atrás; emprende la marcha siempre hacia delante.

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.