Medios para morir al hombre viejo
167. Medios para morir al hombre viejo
27 de Enero de 2013 (5:58 a.m.)
Hijo amado, escribe; muchas almas deben crecer en la virtud, deben alcanzar el nivel máximo de santidad; es necesario que se desprendan de las cosas del mundo y mueran al hombre viejo.
Tú eres el primero que debes atender a mis consejos, porque a ti te he dado mucho; por lo tanto a ti te exijo más, porque ya tienes conciencia de lo que es el pecado, ya conoces esta enfermedad letal; así es, pues, te pido que camines siempre por la vía angosta que te lleva al cielo.
{Dame la fuerza, Señor, para saber responderte; enséñame a crecer en la virtud y a morir al hombre viejo; porque, a veces, la tentación me golpea, me sacude.}
Para morir al hombre viejo:
1. Debes convencerte que el pecado es veneno para el alma.
2. Medita en los sufrimientos del infierno, el remordimiento de los condenados por haber despreciado mi Misericordia y no haberse acogido a mi perdón.
3. Empieza a sentir hastío por todo lo que te separa de Mí, considera como estiércol las cosas del mundo.
4. Haz un examen de conciencia, confiesa tus pecados y repara por tus culpas.
5. Después, decide, camina tras mis huellas de amor; no te perderás, descubrirás lo agradable que es vivir según mis proyectos.
{Señor, eres el Maestro de la vida; gracias te doy, porque me formas para ser un buen discípulo, un buen cristiano. No te separes ni un instante de mí, porque me perdería; no permitas jamás que caiga en pecado, ya te he herido lo suficiente como para volver a azotar tu Cuerpo con mis desvaríos.}
Jamás me separaré de ti, son los hombres los que se apartan de mis caminos y fácilmente caen en las seducciones del mal.
Agustín, sé astuto, no te dejes engañar; mantén tus ojos abiertos, porque el demonio puede llegar a ti disfrazado de ángel; mantén tu corazón limpio, puro; sé obediente a los obispos, porque el que obedece no se equivoca.
Saca adelante mi obra, desgástate por ella; consúmete, como cirio que arde al pie del Santísimo, me darás gloria, contribuirás en el reinado de mi Sagrado Corazón en toda criatura.
{Tus palabras me impulsan a amarte más, a abrazar la cruz, y a aceptar el sufrimiento como galardón de oro.
Gracias, Señor, porque te preocupas por nosotros, nos muestras el camino que nos lleva al Cielo, nos proporcionas los medios para alcanzar la salvación.}
FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.