Tres medios para que reine el amor de mi Sagrado Corazón en el sufrimiento
169. Tres medios para que reine el amor de mi Sagrado Corazón en el sufrimiento
27 de Enero de 2013 (9:18 a.m.)
Sumérgete en la herida abierta de mi Sagrado Costado, porque quiero que llegues a mi Corazón y descanses en Mí; necesitas recobrar fuerzas, para que continúes con la misión que te he enviado; mantente unido a Mí, no te separes de mi lado ni un solo instante; permaneceré contigo, hasta en los momentos de mayor dolor en tu vida.
Hoy quiero darte tres medios para que reine el amor de mi Sagrado Corazón en el sufrimiento:
1. Acudir a la oración y a la penitencia.
Cuando sientas que el peso de la cruz supera tus fuerzas y el sufrimiento te golpee y te haga tambalear, acude a la oración y a la penitencia y verás cómo tu espíritu recobra la fuerza y te lleva a padecer por amor.
La oración y la penitencia revisten el alma de coraje en el sufrimiento, la llevan a amarme más, a aceptar la cruz como medio de salvación.
La oración y la penitencia llevan al alma a aceptar el sufrimiento como galardón de oro que le abre las puertas del Cielo.
La oración y la penitencia hacen del alma mi súbdita de amor, carga la cruz con resignación, vive en un completo abandono.
2. Buscar un guía santo e ilustrado.
Búscate un guía santo e ilustrado que te muestre el camino de la virtud y te enseñe los medios para adquirir una vida interior profunda.
Un buen director espiritual lleva al alma a una vida angelical, vida acoplada a mis principios.
Un buen director espiritual lleva al alma a discernir mi Voluntad, mi designio de amor trazado en su vida.
Un buen director espiritual conduce al alma por el camino estrecho que la lleva al Cielo, le muestra los peligros, las posibles caídas.
Un buen director espiritual es luz divina en el camino de las almas.
3. Unir el sufrimiento a mi Sagrado Corazón.
Únete a mi cruz, padece por amor, entrégame tus sufrimientos y repara por tus pecados.
Adéntrate en el espesor de mi Corazón y hallarás un remanso de paz, encontrarás la fuerza para superar la prueba, ganarás la batalla, no desistirás, caminarás hacia adelante.
El unir el sufrimiento a mi Sagrado Corazón, lleva al alma a sacar provecho en la cruz, purifica su corazón en el fuego del dolor.
El unir el sufrimiento a mi Sagrado Corazón, lleva al alma a la mansedumbre, se somete a mi Divina Voluntad y permite que yo actúe en ella como quiera.
{Señor, concédeme la gracia de asociarme a tu dolor; quiero ser tu cirineo, pero soy débil, temeroso de enfrentar el dolor y aceptar la prueba; ayúdame a caminar por la calle de la amargura sobrecogido, en paz.
Gracias por conducir mi alma por el camino de la penitencia; quiero ser santo, agradarte a ti siempre.}
Con mi ayuda lo alcanzarás todo; solo necesitas confiar en Mí, abalanzarte en mis brazos y caminar a ciegas; porque Yo soy tu luz, soy la brújula que te guía.
FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.