Quiero derramar efusión de gracia en tu vida

366. Quiero derramar efusión de gracia en tu vida

31 de Agosto de 2013 (5:32 p.m.) 

Hoy quiero derramar una efusión de gracia en tu vida, hoy quiero atraerte a mi Divino Corazón y a adherirte, como el imán se adhiere al metal; hoy quiero verter, en lo profundo de tu corazón, torrencial de mi Misericordia Divina para que no te sientas solo, vacío, para que no experimentes soledad, porque yo estoy contigo.

[Gracias, Señor, tus palabras me reconfortan, tus palabras me llevan a amarte más; a caminar tras de Ti a pesar de mi cansancio, a pesar de mis dudas, de mis vacilaciones; dame la perseverancia final, quiero serte fiel todo el resto de mi vida.]

Solo te basta mi gracia. Pídeme que te conceda la perseverancia a la vocación a la que te he llamado y sentirás seguridad, una fuerza sobrenatural cubrirá todo tu ser; caminarás sin mirar hacia atrás.

[Eso es lo que quiero, Señor, no quiero desviarme del camino; en el mundo sería infeliz, en el mundo hallaría la desgracia, en el mundo naufragaría en una vida sin sentido.]

Te llamé; te elegí, no por tus méritos, nada bueno tenías para entregarme; solo hallé en tu corazón miserias, pecados; pero mi misericordia no tiene límites.

[Señor, me has llamado, me has seducido; aquí estoy, Señor; solo te pido que me regales un nuevo corazón, un corazón desapegado de todo y de todos; ya no quiero volver al vómito de los pecados, solo quiero permanecer en Ti y que Tú permanezcas en mí; tengo miedo de fallarte, tengo miedo de desviarme del camino de la Divina Voluntad; tengo miedo, Señor.]

A nada has de temer, solo confía en Mí; abandónate en mis brazos como si fueses un niño pequeño; los latidos de mi corazón inundarán todo tu ser de mi paz, te sentirás amado, protegido por Mí.

[Jesús, tus palabras me embriagan de amor; tu mera presencia, en el Santísimo Sacramento del altar, eclipsa mis sentidos, me sumergen en una contemplación de tus Misterios Divinos. Gracias por tu llamada; gracias, porque has suscitado en mi corazón el deseo de dejarlo todo, absolutamente todo por Ti.]

Mantente vigilante, que tu mirada siempre esté puesta en Mí; el enemigo querrá desviarte de mi camino, él no soporta los corazones humildes, sencillos y sensibles a mi voz; él siempre querrá llevarte de nuevo al mundo, para tentarte y seducirte; él sabe que las almas que hacen en todo mi Divina Voluntad, heredarán el Reino de los Cielos.

[Jesús: quiero permanecer en Ti, quiero caminar únicamente tras tus huellas imborrables de amor, Señor; ya he probado la hiel amarga del pecado, ya he estado en el mundo y allí solo hallé desgracias, vacíos; allí me sumergía en un lodazal; Tú me rescataste, Señor. Te amo, mi corazón solamente a Ti te pertenece; te amo, ya he firmado un pacto de amor contigo: serte fiel hasta el último día de mi vida; pero mis debilidades, mi inconstancia me hace tambalear de vez en cuando; dame esa fuerza, esa tenacidad para permanecer siempre unido a Ti. Amén.]

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.