La fortaleza solo la encontrarás en Mí
118. La fortaleza solo la encontrarás en Mí.
18 de Enero de 2013 (7:20 p.m.)
Hijo mío, no te angusties porque no todos te quieren, porque no todos creen en las gracias que te he regalado; simplemente ora por ellos y mi luz será derramada en todo su esplendor.
Yo, siendo el Hijo de Dios, fui atacado, perseguido, calumniado; fui llevado al matadero para ser degollado como cordero indefenso, fui crucificado y tratado como el peor de los criminales; pero mi muerte en la cruz fue victoria, derrota contra el enemigo.
Tú aprende a conservar la paz en tu corazón; no dejes que las críticas venenosas te turben, te intranquilicen; confía en Mí, seré tu apoyo, el báculo para que no tropieces y caigas.
La fortaleza solo la encontrarás en Mí; recuerda que el peso de tu cruz no puede ser insuperable a tus fuerzas; camina, pues, conmigo por la calle de la amargura; sufre y padece por amor, ayúdame en la salvación de las almas; déjate crucificar de nuevo, muere a tu orgullo, a tu soberbia; revístete con el manto de mi humildad y me darás gloria.
No dejes de escribir para mi diario espiritual; no son tus palabras, son mis palabras; mi ciencia, mi sabiduría jamás se agotará.
Tú solo préstame tus manos y tu corazón; sé mi intérprete, mi vocero.
Grita en medio del desierto que estoy vivo, que mi Misericordia es tan vasta como el cielo estrellado; no existe fondo que la contenga mi báscula que la pese.
Tráeme a las almas impías para correr el velo de oscuridad que cubre sus ojos, para transformar sus corazones de acero en corazones de carne.
FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.