Invoca siempre al Espíritu Santo

195. Invoca siempre al Espíritu Santo

6 de Febrero de 2013 (9:20 a.m.) 

Hijo amado: pide que descienda sobre ti el Espíritu Santo y una lluvia de fuego abrasará tu corazón, permitiéndote ahondar en mis misterios, llevándote a conocer la ciencia que te hace santo.
Escribe para mi diario espiritual y cierra tus oídos a palabras vanas; el demonio quiere indisponerte para que no cumplas a cabalidad con lo que te pido, sabe que muchas almas se acercarán a Mí por medio de estos escritos; tú solo obedéceme, obra de acuerdo a mi Divina Voluntad, porque de lo contrario perecerás, serás apartado de Mí, separado de mi presencia.
{Señor, perdóname, pero el desánimo se apodera de mí;
Tú sabes que algunas personas me confunden; no sé si lo que dicen lo hacen con buena intención o hay algo oculto en ellas que me lleva a la duda, a no querer escribir por temor a equivocarme.
Señor, perdóname por la desidia en tomar el lápiz y el papel, cuando eres Tú quien me lo pides; ayúdame a abandonarme en Ti, haz que el celo por la salvación de las almas me lleve a ser, verdaderamente, lápiz desgastado entre tus manos; porque no quiero herir tu corazón, que es tan misericordioso y tan bueno.}
Hijo mío, entiendo tus limitaciones, conozco tus dudas, tus miedos, te falta mayor confianza en Mí; o es que te consideras poeta, o es que tienes habilidades de escritor, cuando tus conocimientos son escasos.
Recuerda cuando trabajabas para el mundo, pasabas desapercibido, pocos fijaban su mirada en ti; había otros, a tu alrededor, que brillaban por su elocuencia, por su sabiduría, por sus títulos; tú eras considerado, por muchos, un insignificante; mientras yo te iba preparando para otra misión, para otra gran tarea que serviría de luz, para iluminar el camino de muchas almas.
Por eso, amado mío, escóndete en mi Corazón; quiero ocultarte de los curiosos, de los que buscan lo novedoso, lo extraordinario; siempre considérate menos que los demás, eres sólo un pequeño reflejo de mi Luz Divina.
{Escuché como unos suspiros de amor, y la voz de Jesús se hizo perceptible en mi corazón y me dijo:}
He suspirado de amor por ti y por todas las almas sencillas y humildes que solo quieren darme gloria.
{Jesús, mi delirio de amor, infinitas gracias te doy por tu derroche de misericordia y de ternura; tus palabras exaltan mi corazón de gozo, cada vez te siento más cercano a mí; gracias por tu comprensión, por tu auxilio divino.
Tú bien sabes que te amo, que jamás quiero separarme de Ti; es por ello, que te pido me encadenes a tu Sagrado Corazón, vota las llaves para que permanezca siempre unido a ti.}

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.